En el sur de Líbano, miles de familias se ven obligadas a abandonar sus hogares en medio de ataques israelíes dirigidos a objetivos supuestamente vinculados al grupo armado chiita Hezbolá. Los desplazamientos masivos hacia el norte del país ocurren mientras las fuerzas israelíes continúan bombardeando la región, enviando mensajes de advertencia a los residentes para que evacúen.
Zahra Sawli, una estudiante de Nabatieh, relató cómo despertó con el sonido de las explosiones, describiendo la situación como intensa y caótica, con muchas personas atrapadas en el tráfico al intentar huir. Las carreteras hacia Beirut se encuentran congestionadas, mientras familias desesperadas se dirigen a la capital y otras ciudades del norte.
El Ministerio de Salud de Líbano reportó 558 muertos, incluidos 50 niños, y más de 1,800 heridos tras los bombardeos, en un escenario marcado por la incertidumbre y la desesperación. A medida que las escuelas se convierten en refugios y los hospitales priorizan emergencias, la población libanesa enfrenta una nueva oleada de violencia. A pesar del temor, algunos residentes de Beirut y sus alrededores, como Mohammed Sibai, expresan resignación y desafío, asegurando que no abandonarán sus hogares.
Para los q creían q una guerra con Hezbollah iba a ser demoledora para Israel,
Miren como huyen los Libanenses, ellos saben muy bien q Hezbollah no los puede defender pic.twitter.com/dvbRo6GUwK— Isaac (@isaacrrr7) September 24, 2024