El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo una declaración enérgica, rechazando categóricamente las deportaciones de personas desde Texas bajo la polémica ley de inmigración SB4. Esta ley permite a las autoridades estatales arrestar y detener a individuos que sean considerados sospechosos de haber ingresado ilegalmente a Estados Unidos.
«Nosotros no aceptaríamos deportaciones, de una vez lo adelanto, del Gobierno de Texas y no nos vamos a quedar con los brazos cruzados«, declaró López Obrador durante su conferencia de prensa diaria.
El mandatario mexicano argumentó que el Gobierno estatal de Texas carece de la autoridad para aplicar leyes que afecten al Gobierno federal de México. Además, calificó la ley como una violación del derecho internacional y comparó la situación con una hipotética legislación del estado de Tamaulipas dirigida a ciudadanos texanos que visitaran México.
López Obrador no escatimó críticas hacia quienes promovieron la ley, tildándolos de «hipócritas», especialmente por sus vínculos con instituciones religiosas. Esta afirmación se produjo en un momento crucial, ya que un tribunal federal de apelaciones estaba programado para escuchar los argumentos sobre la ley SB4, luego de que la medida fuera temporalmente suspendida la noche anterior.
Su declaración resuena en un contexto donde las políticas migratorias y la protección de los derechos humanos son temas candentes en la agenda global.
“No puede un estado tener una legislación que corresponde al fuero federal”, comentó el presidente @lopezobrador_ sobre la Ley SB4; adelantó que no se aceptarán deportaciones del gobierno de Texas y la @SRE_mx responderá. pic.twitter.com/EyIEgl0cqo
— Gobierno de México (@GobiernoMX) March 20, 2024