El escenario político se agita con las declaraciones del exsenador Jorge Luis Preciado, quien, en medio de un proceso interno convulso, ha anunciado su renuncia al Partido Acción Nacional (PAN) después de 29 años de militancia. Preciado, aspirante a la candidatura presidencial del Frente Amplio por México, denunció irregularidades en el proceso de selección de coordinador y manifestó su desacuerdo con la dirección que está tomando la contienda.
Con un tono de contundencia, Preciado afirmó que el proceso interno parece estar arreglado de antemano entre las dirigencias de los partidos, con un claro favoritismo hacia Xóchitl Gálvez como candidata. «Ya está cantado que así va a ser, ya estamos informados, ya el que le quiera seguir en el proceso ya le va a seguir por su gusto, pero lamentablemente es una simulación«, declaró en una conferencia de prensa desde la Ciudad de México.
El exsenador argumentó que, según su percepción, la encuesta final solo incluirá a Gálvez, Santiago Creel y Beatriz Paredes, pero que la designación final recaerá sobre la senadora panista. Ante esta situación, Preciado dejó en claro su determinación de impugnar el proceso ante las autoridades electorales.
«Lamento mucho que mi salida del partido se dé en estas circunstancias porque lamentablemente es probable que el año que viene desaparezca el PRI y el PAN sea arrastrado con él», expresó con preocupación. Asimismo, acusó que la influencia en el PAN ya no está en manos de Marko Cortés, ya que, en sus palabras, «se ha convertido en un títere de Alejandro Moreno».
En un giro político que no pasará desapercibido, Jorge Luis Preciado decidió poner fin a casi tres décadas de militancia en el PAN y señaló su firme determinación de no aceptar ningún cargo. Estas acciones no solo evidencian las tensiones internas en el Frente Amplio por México, sino que también plantean interrogantes sobre el proceso de selección de candidatos y la relación con el gobierno actual.