Crece desconfianza en Hillary Clinton
Encuestas registran que una mayoría opina que es “poco confiable y deshonesta”. El New York Times, en un editorial de esta semana, afirmó que el informe del inspector general del FBI, sobre mal desemeño de la función pública, dificultará su campaña “al nutrir las dudas sobre la confiabilidad” de Clinton.
Clinton es señalada como responsable del golpe de Estado en Honduras en 2009 y como autora intelectual del asesinato de la ambientalista Bertha Cáceres. Como secretaria de Estado, “trabajó para legitimar el derrocamiento de un gobierno… y al hacerlo ayudó a instalar un régimen que ha matado a mujeres y hombres a un ritmo impresionante”, escribió el historiador Greg Grandin. Recuerda que “antes de su asesinato el 3 de marzo, Bertha Cáceres… nombró a Clinton responsable de legitimar el golpe de 2009. Cáceres declaró que “les advertimos que esto sería muy peligroso” y pronosticó que el resultado sería mucha sangre.
Clinton hasta este día justifica sus acciones para bien del pueblo de ese país (y nunca menciona que su ex abogado personal fue el representante de los empresarios golpistas de Honduras).
Además, el Inspector General del Departamento de Estado concluyó que Clinton había violado regulaciones internas al usar un servidor y una cuenta de correo electrónico privado para sus funciones públicas cuando ella era secretaria de Estado.
Otra decisión letal fue su voto como senadora aprobando la invasión y guerra de George W. Bush contra Irak.
Su recién estrenado spot publicitario de televisión ataca a Trump como alguien que aprovecha las crisis para ganar dinero, pero como señala Matt Taibbi en Rolling Stone, no menciona que las mismas empresas financieras que detonaron la peor crisis desde la Gran Depresión -incluyendo Citigroup, JPMorganChase, Goldman Sachs y Morgan Stanley- se encientan entre los seis contribuyentes más grandes a la carrera política de Hillary Clinton.
Estos son sólo algunos de los diversos fantasmas que perseguirán a Clinton a lo largo de su campaña.
Con información de La Jornada