La Fiscalía del Estado de México ha proporcionado detalles sobre la trágica muerte del empresario Iñigo Arenas en el establecimiento Black Royce de Naucalpan. Según las autoridades, el empresario fue «suministrado con sustancias» durante su estancia en el lugar, lo que resultó en su fallecimiento.
Los hechos ocurrieron el 5 de agosto, cuando Iñigo Arenas visitó el establecimiento en la colonia Polanco. La madrugada del 6 de agosto, abordó un vehículo de transporte y se dirigió al Black Royce, dentro del inmueble, se acompañó con cuatro mujeres, donde le ofrecieron bebidas y se le suministraron sustancias, cuya composición ha sido sometida a peritaje.
Durante su tiempo en el lugar, se le entregaron botellas de bebidas con valor de 10 mil pesos cada una. Alrededor de las 5:07 hrs., se le cobraron 40 mil pesos en la caja registradora, cargados a su cuenta bancaria.
Al transcurrir unos 40 minutos, una de las mujeres informó al personal de seguridad que Iñigo Arenas se encontraba mal y mostraba signos de malestar. A pesar de los esfuerzos del establecimiento por asistirlo, el empresario falleció. La causa de muerte fue determinada como asfixia mecánica por sofocación debido a la «oclusión de vías respiratorias por contenido gástrico».
La Fiscalía encontró indicios de sustancias en el establecimiento durante un cateo, incluyendo presuntos clorhidrato de cocaína y recipientes para aplicar gotas, cuyo contenido está siendo sometido a análisis químico. Además, se obtuvieron órdenes de aprehensión contra empleados del lugar, incluyendo el capitán de meseros y el jefe de seguridad, por el delito de homicidio.
Este trágico suceso ha generado un profundo impacto y la Fiscalía continúa investigando para esclarecer todas las circunstancias que rodean la muerte del empresario.