El gobierno de Estados Unidos anunció ayer la reducción de más de la mitad de su personal en la embajada de La Habana, a raíz de una serie de ataques acústicos de naturaleza aún no determinada, que han afectado la salud auditiva de 21 empleados en la isla.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, afirmó que Washington mantiene sus relaciones diplomáticas con el país caribeño y adelantó que este caso será agresivamente investigado.
La embajada en la capital cubana, reabierta hace poco más de dos años, suspendió por tiempo indeterminado la emisión de visas hacia territorio estadounidense, pero preparan mecanismos para que cubanos puedan obtener ese documento en otros países.
Con información de La Jornada