El presidente Enrique Peña Nieto participó ayer en la 22 asamblea nacional ordinaria de su partido, el Revolucionario Institucional realizada en el Palacio de los Deportes y pidió a su partido «dar la batalla, proteger y defender lo que hemos construido; la obra debe continuar.»
Peña Nieto cuestionó a los partidos de oposición al PRI. Expuso que en contraste con éste, en otros institutos políticos le apuestan al caudillismo, la subordinación de los aliados y la división de los mexicanos.
Además criticó a los partidos que por su falta de experiencia y sus conocidos fracasos de gobierno, disimulan su impericia con estridencias e incongruencias, y a los que han optado por abandonar sus ideales y prefieren negociar posiciones antes que convicciones, refiriéndose al partido de derecha Acción Nacional.
Peña Nieto celebró los cambios que abren la posibilidad a un ciudadano simpatizante a contender por la candidatura presidencial del PRI y suprimen la obligación a los priístas de comprobar 10 años de militancia, y dijo: «No tienen dedicatoria en particular.»
«Veo un partido fortalecido, unido, que reconoce su pluralidad, diversidad interna, pero que sabe que en unidad puede construir victorias. Y hoy está convocado a una cosa: defender lo que hemos logrado entre todos los mexicanos», afirmó.
Las últimas palabras de Peña se cargaron de nacionalismo revolucionario: “Como soldados de la patria, los priístas debemos salvaguardar el proyecto de país. Vamos a dar una batalla decisiva para México, que asegure bienestar y oportunidades, con la seguridad de que cuando gana el PRI, gana México. El tricolor no se intimida ante los retos. Es un partido audaz, valiente y resuelto, y seguirá siendo el gran actor de la historia de México”.
Con información de La Jornada