Durante una presentación de una cantante, un hombre en aparente estado de ebriedad subió al escenario para bailar y de pasada entregarle unos billetes a la artista.
El hombre hacía gala de sus mejores pasos cuando en menos de lo que canta un gallo llegó la esposa con todo y chamaco en brazos y lo jaló de la playera para bajarlo de inmediato.
Poco le duró el gusto a este marido que fue bajado del escenario por la brava mujer entre las risas del público y los músicos.