Hay ocasiones en que por más intentos, la tecnología y la ciencia no nos ayuda del todo.
Es el caso de Jeff Kepner, el primer hombre estadunidense en ser operado para recibir un trasplante de ambas manos. Pero ahora, este sujeto quiere que se las quiten de nuevo.
La historia data de 1990, cuando Jeff perdió sus manos debido a un cuadro de sepsis provocado por una infección por estreptococos. Entonces, los doctores le colocaron unas prótesis que, bien que mal eran un poco torpes, podría manejar y mantener su empleo.
Pero para su sorpresa, diez años después la víctima regresó al quirófano del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh (UPMC) para el trasplante de nuevas manos, en una operación de más de nueve horas.
Según relata la revista Time, en aquel momento todo era felicidad hasta que Kepner se dio cuenta que su cuerpo rechazaba los injertos. Inicialmente, esto podría ocurrir, como cualquier cirugía, por lo que fue sometido a otras intervenciones para tratar de arreglaras.
“Desde el día uno nunca pude usar mis manos. No puedo hacer absolutamente nada más. Me siento en mi silla y miro el televisor todo el día”, contó.
Tras años de operaciones fallidas, Kepner se dice cansado por lo que podría resignarse y mantener las manos inútiles.
Agregó que el equipo original de médicos que lo atendió, no se contactado con él desde la primera cirugía. Aunque la calidad de su vida sigue en decadencia, ya que la prótesis le era funcional hasta en 70%, pero ahora es un cero por ciento.
Sin embargo, no culpa a los doctores; aunque a perspectiva aseguró que no lo repetiría si pudiera regresar el tiempo.
En tanto, su esposa Valerie dejó su trabajo para atenderlo, mientras que la familia hizo una página de internet con el fin de juntar fondos para subsidiar los gastos de los últimos años.
Con información de La Nación, Time y López Dóriga