El petrolero Iraní que chocó el sábado contra un barco carguero en las aguas del Mar Oriental de China podría explotar y hundirse, según reconocieron este lunes las autoridades del país.
Los equipos intentan hallar a los 32 tripulantes desaparecidos tras el accidente, cuyas causas todavía se desconocen, y contener un posible vertido de 1 millón de barriles de petróleo que provocaría un desastre medioambiental.
Según medios chinos, el incendio «ha consumido por completo el petrolero«. El barco siniestrado se encuentra a unos 250 kilómetros de las costas de Shanghái.
El Ministerio de Transporte del país asiático advirtió de la peligrosidad del vertido al tratarse de condensado, un derivado del petróleo más tóxico y más difícil de contener que el crudo normal. Sin embargo, al tratarse de una variedad mucho menos densa, también es más fácil que se disipe. Una vez en contacto con el agua evapora y libera un gas altamente inflamable, lo que podría causar una deflagración a gran escala.
«Estamos preocupados por el posible impacto ambiental que podría causar una fuga del buque«, aseguró en un comunicado Rashid Kang, activista de Greenpeace en Asia Oriental. La organización, sostiene, «supervisará» el progreso de las operaciones de limpieza en la zona.
El petrolero, de 274 metros de largo, viajaba desde Irán hacia Corea del Sur. Por causas que se desconocen, chocó con un carguero hongkonés de 225 metros que transportaba cereales.
Con información de El País