La tarde del 25 de agosto de 2011, ocho delincuentes del grupo ‘Los Zetas’ ingresaron al Casino Royale, en Monterrey, para luego rociar gasolina y prenderle fuego con 200 personas en su interior.
El saldo, como hoy sabemos, fue de 52 fallecidos, entre ellos dos embarazadas.
Hoy recordamos los lamentables hechos que, tan solo en dos minutos y medio, acabaron la vida de 52 inocentes. Todo ocurrió porque el dueño del casino, Raúl Rocha, se negó a pagar su cuota de piso, 130 mil pesos semanales.
Tras el paso de los años, los deudos se enfrentan al olvido de las autoridades. Se sabe, incluso, que 28 familias de los 52 fallecidos han sido indemnizadas. El resto, dijeron que no al pago y siguieron con sus vidas.
El principal señalado por la desgracia fue Javier “el Javo” Alonso Martínez Morales, quien fue condenado a 90 años de prisión. El otro responsable, Francisco Medina alías “el Quemado”, murió durante un enfrentamiento contra militares en la carretera de Piedras Negras a Nuevo León.
En estos cinco años fueron detenidos otros cinco presuntos miembros de “los Zetas” por el mismo crimen.
En tanto, siguen en los trabajos de reparación del memorial “Tu Vida”, enfrente del casino siniestrado, luego de que un auto chocó contra ella. Es un trabajo de Brenda L. Tamayo, hija de uno de los fallecidos.
Con información de Excélsior