En esta ocasión pedí que la Dra. Martha Pardo García, terapeuta familiar (marthapardo@prodigy.net.mx), que nos hiciera una reseña de su libro: Retos de la segunda mitad de tu vida: Desarrolla tu máximo potencial en la edad adulta. México: Editorial Limusa, 2015. Aquí se los dejo.
Posiblemente pienses que la vida se divide en muchas etapas y sí, la podemos dividir y subdividir en muchas partes, ya que todas incluyen un desarrollo continuo. Sin embargo para comprenderla mejor, a mí me resulta práctico dividirla en dos, dos partes, dos mitades. Así como el día tiene dos mitades, am y pm, la vida también tiene su am y su pm. Hoy voy a hablar acerca del pm de la vida, que corresponde a la segunda mitad de la vida.
Este término lo empezó a utilizar el famoso psiquiatra suizo Carl G. Jung y a mí me resulta muy útil para describir los desafíos emocionales que el adulto debe enfrentar ya que permite hablar de una actitud y disposición ante la vida y así referirnos a cualquier momento de la edad adulta, no a una edad en particular. Además facilita la comparación entre las tareas propias tanto de la primera como de la segunda mitad de la vida.
Si dividimos la línea de la vida en dos, tenemos que la infancia, la niñez, la adolescencia y los primeros diez años de la adultez, corresponden a la primera mitad de la vida, y digamos que de los treinta en adelante…es decir al resto de la edad adulta, pertenece a la etapa a la que me estoy refiriendo como segunda mitad de la vida.
Tal parecería que si hemos seguido tan de cerca y con tanto esmero al niño y al adolescente, pensamos que cuando este se convierte en joven adulto, ya está equipado para entrar al mundo de los mayores, listo para transitar sin problemas y comerse el mundo de un bocado. Como si pegara un salto mortal entre los primeros años de juventud y aterrizara en los años de vejez, cuando sería “cachado” por los geriatras que se ocuparían de él. Y mientras tanto no va a necesitar nada, ya nos hemos esmerado en darle todo y prepararlo muy bien!!!!!
Sin embargo durante los años de adultez que corresponden a la segunda mitad de la vida ocurren muchos retos y desafíos que continuamente hay que ir enfrentando, para los que posiblemente no estamos “tan” preparados o “tan” equipados como creíamos.
Bueno y ¿qué quiere decir eso de segunda mitad de la vida?
En algún momento de la edad adulta, no cronológico sino interno y psicológico, vamos a sentir la necesidad de hacer cambios, pues nos damos cuenta que lo que hacemos ya no nos satisface y nos percatamos que estamos perdiendo el rumbo. Necesitaremos entonces, redirigir, reorganizar y darle un nuevo significado a nuestra vida.
Esto marca la “entrada a la segunda mitad de nuestra vida”. Y este paso, en ocasiones va a ser turbulento, cuando se presenta de manera aguda, como pérdida del sentido de la vida o vacío existencial. O súbita de la noche a la mañana (ésta casi siempre estará relacionada con una pérdida importante: de salud, de un ser querido, del trabajo, de la economía, etc.) O como confrontación y replanteamiento entre aspiraciones, sueños y “cruda” realidad. Otras veces será sutil o leve como mera intranquilidad e insatisfacción o gradual, casi imperceptible.
¿Qué nos pasa en la mitad de la vida que se crea una desestabilización y aparecen síntomas?
Existen varias turbulencias, que van a sacudir nuestra estabilidad en la edad adulta, principalmente tres síntomas van a aparecer que nos van a indicar que necesitamos hacer cambios en nuestra vida:
- Nos empezamos a dar cuenta que estamos perdiendo la ruta: yo sabía quién era, hacia dónde iba y qué quería, sin embargo ahora siento que esa claridad se me oscureció y empiezo a hacerme cuestionamientos acerca del derrotero que deberá tomar mi vida, pues tal parece que “ahora ya no sé bien a bien quién soy, hacia dónde voy ni qué quiero”. Este hecho va a empezar a causarme desequilibrio y angustia.
- Comenzamos a tomar conciencia de que el tiempo, que pensábamos que teníamos en nuestras manos, se nos escapa y empezamos a escuchar un tic tac que nos pregunta: ¿cómo va tu vida?, ¿has logrado lo que te habías propuesto?, ¿tus sueños se han convertido en realidad? Este hecho también nos va a angustiar ya que nos hace tomar conciencia acerca de temas difíciles que nos presionan a tomar decisiones que nos permitan redirigir nuestra vida hacia las nuevas metas que necesitamos alcanzar.
- Empieza a surgir una sensación de que algo en nuestro interior (fuerzas internas psicológicas), nos presiona a crecer y a cambiar.
Estos tres síntomas que van a caracterizar la segunda mitad de la vida, nos van a “mover el tapete”, a cuestionarnos y a inquietarnos acerca del curso de vida más o menos tranquilo y cómodo que llevábamos, pero que ya no nos satisface… por lo que queramos o no, sentiremos la imperante necesidad de hacer cambios. Es importante saber que estos cuestionamientos están relacionados con aspectos de nuestra vida que fuimos reprimiendo y acumulando en el inconsciente y que llegado un momento van a exigir ser escuchados y tomados en cuenta.
¿Cómo y cuándo llegas a la segunda mitad de tu vida?
Primero quiero decirte que tú no lo eliges, ella llega a ti sin que la busques, y no solo llega sino que te atrapa y no te puedes escapar. Como dije con anterioridad, “te llegan los síntomas”, que en el mejor de los casos te podrán “hablar suavecito al oído”, pero en otras ocasiones te van a “cimbrar” y en otras, hasta “te pueden revolcar”.
Y para contestar el cuándo, te diré que puede ocurrir desde la década de los treintas, o puede pasar en edades más avanzadas como en los setentas o más… Generalmente sucede entre los 40 y los 60, pero de que pasa, pasa ya que forma parte del desarrollo normal del individuo. Además, está relacionada con las circunstancias que se te van presentando en la vida y con tu actitud y preparación para enfrentarlas.
¿En la edad adulta continua el crecimiento?
Como es conocido, las etapas de desarrollo del individuo las podemos dividir a grandes rasgos en infancia, niñez, adolescencia y edad adulta.
Cada una de estas etapas presenta características particulares y distintivas que necesitan para su comprensión de un marco teórico especializado, es decir tienen su ABC distintivo y propio que es necesario conocer.
De la misma manera que la infancia, la niñez y la adolescencia, la edad adulta también se compone de etapas de desarrollo continuo. Pero a diferencia de las anteriores, la edad adulta se caracteriza ya no por el crecimiento físico, (ya que en esta etapa los cambios físicos están más bien relacionados con la disminución de la fuerza, la aparición de limitaciones y muy probablemente, enfermedades), sino principalmente por el crecimiento interno, emocional, espiritual y social.
Tanto la niñez como la adolescencia, han sido estudiadas, descritas, analizadas, investigadas con detalle y profundidad, en cuanto a su desarrollo bio-psico-social.
Sin embargo en cuanto al desarrollo emocional en la edad adulta, existe un gran vacío y desconocimiento tanto en México como en Latinoamérica. Esta etapa tiende a “darse por conocida” y a identificarse con términos y clichés como: crisis de los cuarenta, síndrome del nido vacío, depresión por el retiro… Pero aun cuando estos síntomas ocurren en la edad adulta, no la definen en su totalidad, y es importante resaltar que además de que pueden ocurrir, ocurre eso y mucho más… Por lo que es necesario saber que presenta características particulares, que la distinguen y determinan, ya que corresponde a una más de las etapas de desarrollo del individuo.
Resulta irónico percatarnos que habíamos ido transitando por la vida acumulando logros: terminamos la escuela, la universidad, tenemos un trabajo, formamos una familia, encontramos un camino de desarrollo, o sea llevábamos bien la ruta… pero ahora, en lugar de claridad, tenemos dudas y en ocasiones hasta oscuridad; en lugar de calma, tenemos cuestionamientos y en lugar de “estar recogiendo la cosecha que habíamos ido sembrando”, tenemos la sensación de que necesitamos “empezar a sembrar de nuevo”. En resumen, ahora sentimos una inminente necesidad de cambio y de replanteamiento de nuestra vida. (Quisiera resaltar que utilizo el plural porque a todos nos ocurre en mayor o menor medida). Bueno pues de eso se trata la segunda mitad de tu vida.
¿Y ahora qué hago, cómo resuelvo estas inquietudes y agobios?
Primero tranquilízate, te aseguro que hay solución, pero será necesario tener confianza y esperanza que encontrarás de nuevo la ruta ya que va a ser necesario tomar muy en serio y trabajar fuertemente para lograr hacer los cambios de metas de vida necesarios, para volver a replantear el nuevo derrotero que deberá tomar tu vida. Por lo que va a ser muy importante hacer un alto en el camino y entrar en una etapa de introspección y reflexión que te pondrá en contacto con tus capacidades internas.
Pero no te preocupes, confía en que todos contamos, desde que nacemos, con los recursos internos que vamos necesitando durante la vida, sino que probablemente no los hemos aprovechado aún. Entonces va a ser necesario descubrirlos, conocerlos, desarrollarlos e integrarlos a nuestra vida diaria. ¡Ten la seguridad que cuentas con ellos y están a tu disposición para ayudarte a lograr el desarrollo de tu máximo potencial!
¿Sabías que la definición de Adulto es: “persona llegada a su mayor crecimiento y desarrollo”? Una vez que lo sabes, necesitas confiar que lo puedes lograr!!!!
De aquí la importancia de entender la segunda mitad de la vida como etapa de crecimiento y desarrollo interno, emocional y espiritual.
Importancia del tema
Este tema es de suma importancia ya que según cálculos de la ONU, para 2050 el número de personas mayores de 65 años aumentará a más del doble a nivel mundial, ya que crecerá del 9.5% en 2010 al 25% en 2050.
Por lo que si la esperanza de vida ha crecido tanto, ¿qué vamos a hacer con los 20, 30, 40… años de adultez madura que nos esperan?
Porque no se trata solamente de llegar sino de ¡¿cómo llegar?!
Te invito a tomar la decisión de lograr que ¡¡¡la segunda mitad de tu vida sea la mejor y más plena de las etapas de tu vida!!!