Tengo el gusto de presentarles un escrito que la psicoterapeuta, perito e instructora Mtra. Beatriz de los Ríos Torres (bdelosrios5@gmail.com) sobre una de sus especialidades que es la relación de maltrato en las parejas:
Muchas mujeres (aunque no es privativo del género femenino) están viviendo situaciones de pareja desiguales y tóxicas con sus novios, amantes o esposos y llevan una vida miserable. Las experiencias de abuso son tan recurrentes, que llega un momento en que se acostumbran a ellas o las consideran normales. El maltrato y la agresión emocional no son normales, también son violencia. Vivir una situación de abuso no es necesariamente sufrir golpes físicos. Las heridas emocionales son muy graves y difíciles de superar, pero sí es posible hacerlo. Es importante mencionar que hay diferentes grados de abuso, esto depende de muchos factores como tipo de personalidad de los dos, historia de vida, situación económica, adicciones, si están casados, si hay hijos de por medio, etc.
Muchas de las mujeres que sufren estas circunstancias no quieren ver o aceptar que están siendo abusadas. Generalmente no le dan la importancia debida a las actitudes y conductas de violencia emocional de sus parejas y no pueden ponerle límites lo cual da lugar a más abuso. Otras, ocultan su situación a los demás, lo que lo hace más grave y les da un sentimiento de indefensión, soledad, una gran desesperación y en la mayoría de los casos depresión.
Muchas insisten en que aman a sus parejas, lo cual pudiera ser verdad, pero eso no implica dejar que estas les pasen por encima. Otras más argumentan que sus parejas las aman, pero deben tomar en cuenta esta gran verdad: Quién te quiere, no te lastima, no intencionalmente. Este tipo de hombres están plenamente conscientes de lo que están haciendo, no es verdad que no se dan cuenta como muchas mujeres quieren creer porque no conciben que dando todo el amor, las atenciones, etc. su pareja las lastime intencionalmente. Es una situación muy dolorosa y muchas mujeres se niegan a aceptar que esta persona no va a cambiar, tristemente en la mayoría de los casos no lo hacen. La mayor parte de estos hombres ya tienen una historia de abuso con parejas anteriores y no será diferente con la actual, es una forma de ser y actuar que muy difícilmente cambia.
En muchísimos casos, las personas alrededor no creen o no pueden ver la situación de abuso ya que muchos hombres que lo hacen son encantadores hacia fuera, tendrían que vivir dentro de ese hogar o ver la intimidad de esa pareja para darse cuenta de esta verdad y mientras tanto la mujer que lo sufre está siendo vejada en lo más profundo de su ser, en su alma.
Si esta situación se prolonga, llega un momento en que la mujer cambia la opinión de sí misma por la opinión que su pareja tiene de ella, desconfía de sus propias percepciones, se aleja de su gente, se siente indigna de amor, estúpida, inútil o fea como él insiste en hacerle creer. Su autoestima va desapareciendo poco a poco y acaba por entregar su ser y su bienestar a la pareja, llegando a depender totalmente de ella.
Gran cantidad de estas mujeres se resignan y se dan por vencidas con la consiguiente desesperanza, o, por el contrario, quieren salir de allí y se sienten atrapadas sin encontrar la forma hacerlo. En general, lo que prevalece en ellas es el miedo, los estudios indican que es la magnitud de éste, lo que determina si la mujer buscará ayuda, no la gravedad del problema, o el grado de abuso. El miedo puede ser a que la pareja se enoje y sufrir las consecuencias de ese enojo, así que la mayor parte de su energía la dedican a evitar confrontaciones, viven pensando cómo actuar, cómo y qué decir para que él no se enoje, cuál es el momento indicado, imaginan todos los escenarios posibles para estar preparadas y para evitar recibir más agresiones. Esto es emocionalmente muy desgastante. Muchas mujeres tienen miedo a la soledad, a sentirse desamparadas y enfrentar las situaciones de la vida solas, por ejemplo con los hijos o económicamente. Lo que no se dan cuenta es que en la situación que viven están más solas, no cuentan con ningún apoyo emocional, en realidad están más desamparadas allí que sin esa persona, quien no tiene la capacidad de ponerse en sus zapatos ni de hacer nada que no sea conveniente para él, sin tomar en cuenta lo que la mujer quiere o siente.
Muchos de los hombres abusadores tienen lo que se denomina trastorno de personalidad narcisista. A continuación describo algunas de sus características:
- Todo se trata de ellos.
- El hace las reglas y las rompe, son para todos menos para él.
- Degrada a las personas, para él son como objetos o cosas que sirven, y cuando ya no lo hacen las sustituyen sin el menor empacho.
- Es demandante de cualquier cosa que se le ofrezca pero él no está obligado a dar nada.
- Es desconfiado, sospecha de los motivos de los demás.
- Tiene estándares rígidos, es a su manera o no hay manera.
- Cree que es superior a su pareja y a cualquier otro, se aburre fácilmente.
- Demanda alabanzas y reconocimiento constante.
- No siente empatía, no puede o no se interesa en entender la experiencia interna o emociones de los demás.
- No tiene remordimientos.
- Nunca dará una disculpa genuina.
- Los demás tienen la culpa de todo.
- No es equitativo.
- Desapego emocional, permanece sin sentimientos.
Aunque no lo parece, este tipo de hombres tienen una muy baja autoestima y son muy dependientes de sus parejas, son hombres que tienen terror al abandono por lo que tratan de controlar a la mujer y en caso de que se termine una relación, rápidamente buscarán otra persona que cubra estas necesidades.
Si usted está con un hombre con estas características es muy probable que su relación sea tóxica y esté sufriendo abuso emocional y/o físico. Este tipo de personas degradan, agreden en lo que más duele, consideran que la mujer es de su propiedad, la vuelven objeto, la aíslan de las personas que la quieren, son celosos, critican todo el tiempo, etc.
También las mujeres que se involucran con hombres de este perfil, tienen ciertas características y una parte de responsabilidad en esta situación, lo cual también tienen que asumir. Hay que recordar que se necesitan dos para que se presente una situación de este tipo. Generalmente las mujeres víctimas de abuso son buenas personas, bien intencionadas, etc., pero también es común que se presente un patrón de codependencia, es decir, la persona codependiente cree que la felicidad o bienestar del otro depende de ella. Generalmente tiene una baja autoestima y no se creen merecedoras de ser queridas por lo que aceptan muchas situaciones que por principio son negativas para su integridad emocional y muchas veces física.
Espero este breve esbozo le haya sido de utilidad. Si usted está en este tipo de relación, por favor busque ayuda antes de que su autoestima se vea mas mermada o el abuso llegue a un grado extremo en que se vea en peligro su integridad física y mental. Sí se puede salir de una relación de abuso, sí se puede recuperar de ello. Hay que hacerse responsable de la propia vida y creer en su interior que usted es una persona valiosa que merece ser amada y valorada.