A ti que me escuchas esta mañana en ¡Qué tal, Fernanda! te pregunto: ¿Cuánto vale tu virginidad? ¿Puedes ponerle un precio y venderla, subastarla? ¿O qué significa para ti la virginidad?
Precisamente sobre este tema, una noticia que le dio la vuelta al mundo el año 2017 originó en la opinión pública las mismas preguntas que te acabo de hacer.
Hablo del caso de la modelo rumana Alexandra Khefren de 18 años que subastó su virginidad por 2.3 millones de euros a un empresario de Hong Kong. Según ella, para comprar una casa a sus padres y costear su carrera en la Universidad de Oxford.
Pero la idea de Alexandra no es algo que sólo a ella se le ha ocurrido ni la primera vez que pasa. En internet existen páginas donde varias mujeres se presentan como en un catálogo, con peso, altura, edad, nacionalidad, color de ojos y cabello, indicando si tienen piercings o tatuajes y si tienen senos naturales, con el objetivo de vender su virginidad al mejor postor.
El tema de la virginidad siempre ha despertado polémica, tanto en la Edad Media como en la actualidad, y sobre todo la virginidad de la mujer. Sólo basta con adentrarse un poco en las distintas culturas para saber cuánto se valora y qué significado tiene.
Empezando por la zona sur y sudeste de África, donde hay diferencias entre etnias, religiones y culturas, tener relaciones sexuales no es posible para una mujer que no esté casada y su virginidad es una de las características más elogiadas por los demás. Tema que no sólo tiene relevancia moral, sino económica porque mantenerse virgen garantiza tener una familia.
En la cultura asiática, la virginidad es algo parecido a un objeto, representa la oportunidad de tener algo o ser alguien, porque consideran que una mujer virgen puede ser “vendida” a mucho mayor precio que una que no lo es. Así tal cual, en pleno siglo 21.
En el extremo contrario, la cultura católica no considera la virginidad como un premio o una cuestión de honor, sino más bien como una idealización de la mujer como virgen, en relación a la Virgen María, pura, santa, no tocada por el pecado.
Y hablando de la cultura islámica, es importante señalar que las diferencias por zona, idioma o etnia provocan que existan distintas tradiciones, pero lo que las une a todas es el libro sagrado que comparten -el Corán-, que incluye ciertas reglas o costumbres sobre la virginidad de la mujer.
Por ejemplo, si una mujer islámica pierde su virginidad antes del matrimonio, su familia puede castigarla físicamente, incluso hasta el punto de matarla. Para las mujeres del Corán, una mujer que no es virgen y no está casada es motivo de vergüenza en la familia.
En muchas partes de África, hoy en día la virginidad es algo que da motivos a la mujer para sentirse orgullosa. Dejar de ser virgen antes del matrimonio significa que la familia deje de hablarle a la mujer y sea castigada físicamente.
¿Pero de dónde surge el valor de la virginidad en el mundo moderno? Para algunos historiadores el concepto de la virginidad es una idea que se construyó desde una mirada varonil, machista.
Para los hombres suele ser la última prueba de iniciación antes de ser considerados adultos. Mientras que para la mujer se le comenzó a dar normas para frenar su libertad sexual en una especie de contrato social donde la virginidad es el principal valor de la novia antes de casarse.
Y no sólo se trata del valor de la pureza de lo que estamos hablando, porque algunas tribus de África, Asia y América comparten la creencia de que las mujeres vírgenes aliviaban ciertas enfermedades como la sífilis, el sida o los problemas de eyaculación precoz y la impotencia sexual.
Como ejemplo en la actualidad, tenemos varios países como Japón, donde el rapto de niñas vírgenes para su comercio representa un grave problema que apenas si pueden controlar las autoridades.
Aunque los países occidentales no se quedan atrás, pues en Estados Unidos es donde se registran más sitios en internet en los que se ofrece la virginidad de jóvenes y adolescentes, teniendo como clientes frecuentes a empresarios, actores de Hollywood o jugadores de fútbol.
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Después de escuchar en este periodismo de vida los distintos conceptos y el valor que se le da a la virginidad en estas culturas, te pregunto: ¿Para ti qué significa la virginidad? ¿Es un tema que hablas en familia, con tus hijos?
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