El Archivo Histórico de la UNAM (AHUNAM) cumple con rigor su responsabilidad de mantener y transmitir la memoria histórica; además de albergar documentos, promueve un espíritu crítico que fortalece el deber con la verdad, uno de los principios esenciales de esta casa de estudios, afirmó el rector Leonardo Lomelí Vanegas.
Al presidir la ceremonia por el 60 aniversario de la fundación de esta entidad, señaló que vivimos en un mundo donde la inmediatez y lo efímero parecen dominar la realidad. En este contexto, los archivos se erigen como baluartes contra el olvido. “Son guardianes que permiten entender de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos; son vitales para asegurar el acceso a la información como un derecho inalienable”.
En el auditorio del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), Lomelí Vanegas también aseveró que el sexagésimo aniversario del AHUNAM refleja el firme compromiso con la preservación de nuestra historia institucional. Allí se resguardan los testimonios que narran decisiones, pensamientos, retos y logros que han dado forma a la Universidad, consolidando su legado como una de las casas de estudio más emblemáticas de Iberoamérica.
Desde su fundación en 1964, prosiguió el rector, el Archivo ha sido testigo de los momentos más trascendentes en la evolución de la Universidad Nacional. “Su verdadera relevancia radica en su papel fundamental dentro del tejido vivo de la memoria colectiva de la UNAM”, subrayó.
Acompañado por el coordinador de Humanidades, Miguel Armando López Leyva; y la directora del IISUE, Gabriela de la Cruz Flores, el rector inauguró la exposición “El Archivo Histórico de la UNAM, ayer y hoy”, que es una oportunidad para recordar y reafirmar nuestro compromiso por preservar nuestra memoria institucional y colectiva.
Es también una invitación a redescubrir los valores que han guiado a la Universidad, así como un llamado a mirar hacia el porvenir con la certeza de que, al atesorar relatos, hechos y objetos significativos, estamos construyendo un legado que inspirará a las nuevas generaciones, añadió.
Lomelí Vanegas agradeció a todas las entidades que hicieron posible la exposición, así como a las personas que laboran en el AHUNAM, pues su dedicación y profesionalismo permiten que esta institución siga siendo no solo una casa del conocimiento, sino también un espacio crítico de su propia historia.
En su oportunidad, Miguel Armando López Leyva expuso que la tarea del Archivo es extraordinaria y de gran responsabilidad, y recordó los cambios que ha tenido a lo largo de los años. Asimismo, refirió que tiene bajo su resguardo 178 fondos y colecciones. Su documento más antiguo es de 1524, seguido por el Fondo de la Escuela Nacional Preparatoria.
Además, preserva los fondos de las escuelas nacionales de Altos Estudios; Bellas Artes; Ciencias Químicas; del Patronato Universitario; así como hemerografía del movimiento estudiantil de 1968, y sobre movimientos estudiantiles de 1966 a 1971, entre otros.
“Es la memoria de nuestra comunidad y nuestra historia, de sus hitos y de las interacciones con los diversos entornos. Sin esta memoria sería imposible entender lo que hemos sido y lo que somos”, recalcó el coordinador de Humanidades.
Previamente, Gabriela de la Cruz puntualizó que los archivos están lejos de ser espacios que almacenan documentos inertes, ofrecen la posibilidad de recordar, crear, valorar y proyectar nuestra historia, al tiempo que advierten los riesgos del olvido y la indiferencia. Son inherentes a la humanidad, a la sociedad, de ahí la importancia de estar disponibles a sus comunidades.
Indicó que, de acuerdo con el Consejo Internacional de Archivos, aunque dan cuenta del pasado, su propósito es ayudarnos a comprender el presente. Su labor está encaminada al servicio, a garantizar el derecho al libre acceso a información plural, oportuna y con ello, contribuir al fortalecimiento de la vida democrática. “Son garantes de transparencia, rendición de cuentas, planificación y, a la postre, saetillas para la justicia social”.
La coordinadora del AHUNAM, Amanda Rosales Bada, acompañada por la curadora de la exposición y excoordinadora del Archivo, Sandra Peña, expresó que el Archivo Histórico de esta casa de estudios tiene su propio repositorio, mantiene y conserva adecuadamente los archivos, capacita a su personal, responde a las necesidades de sus múltiples usuarios y ha establecido vínculos con instituciones archivísticas de la propia Universidad y externas.
Sus políticas de preservación y conservación dan cuenta de la conciencia sobre la importancia de salvaguardar la riqueza del patrimonio que custodia.
“Esta labor fue reconocida por la UNESCO, pues el Comité Mexicano del Programa Memoria del Mundo resolvió aprobar, en 2024, la inscripción del Fondo Colegio de San Ildefonso al registro de Memoria del Mundo de México. Con ello, el Archivo Histórico de la UNAM refrenda su compromiso de preservar y difundir el patrimonio documental universitario”, sostuvo.