Las cataratas oculares se encuentran en aumento a nivel mundial como resultado del envejecimiento de la población, el crecimiento demográfico y el incremento de enfermedades crónico degenerativas como la diabetes mellitus, advirtió la Universidad Nacional Autónoma de México.
Georgina Soto Cruz, responsable de la Clínica de Optometría de la Escuela Nacional de Estudios Superiores León de la UNAM, explicó que esta afección se produce cuando el cristalino pierde transparencia debido a alteraciones en sus proteínas, lo que provoca visión borrosa, menor percepción de los colores y dificultad para distinguir imágenes con nitidez, especialmente en condiciones de poca luz.
La especialista alertó que, aunque las cataratas suelen asociarse con la edad avanzada, cada vez se detectan en personas más jóvenes, particularmente en quienes viven con diabetes. Existen casos de pacientes de alrededor de 45 años que ya presentan daños importantes en el cristalino debido al descontrol de la glucosa, lo que acelera el deterioro ocular.

Entre los síntomas más comunes se encuentran la sensación de ver a través de una neblina, imágenes amarillentas u opacas, mayor necesidad de luz para leer y problemas para conducir de noche. Estas manifestaciones pueden aparecer de forma gradual y pasar desapercibidas durante años.
A nivel global, las cataratas continúan siendo la principal causa de ceguera, aunque se trata de una condición reversible mediante cirugía. De acuerdo con estimaciones internacionales, afectan a decenas de millones de personas, principalmente en países con menor acceso a servicios de salud. En México, más de un tercio de los casos de ceguera están relacionados con esta enfermedad, lo que representa cientos de miles de personas afectadas y decenas de miles de nuevos diagnósticos cada año.
Investigaciones recientes indican que, aunque los programas de atención han logrado reducir la prevalencia ajustada por edad, el envejecimiento poblacional ha superado esos avances, provocando un incremento sostenido en el número total de personas con discapacidad visual por cataratas.
La universitaria subrayó que, además de la diabetes y la edad, existen otros factores de riesgo como la exposición prolongada a rayos ultravioleta sin protección, cirugías oculares previas, traumatismos, tratamientos de radioterapia, el uso prolongado de corticoesteroides y el tabaquismo.
Ante este panorama, recomendó medidas preventivas como el control estricto de la glucosa en personas con diabetes, revisiones oftalmológicas periódicas y el uso de protección solar adecuada para los ojos, como lentes oscuros y gorras. La detección oportuna, enfatizó, permite una intervención quirúrgica que devuelve la visión y reincorpora rápidamente a los pacientes a su vida cotidiana.




