Miles de partidarios del presidente Nicolás Maduro se manifestaron ayer en Caracás para respaldar al gobierno, al mismo tiempo que los opositores se movilizaron para exigir, entre otras cosas, elecciones anticipadas.
En un mitin frente a cientos de miles, el presidente advirtió que no retrocederá ante lo que calificó de intento de golpe de Estado que impulsan sectores de derecha con respaldo de extranjeros.
«Estamos escribiendo historia de la grande en Venezuela y en América Latina… estamos desmantelando el golpe de Estado terrorista», exclamó el mandatario, quien dijo que asistieron más de 3 millones de manifestantes que se movilizaron en defensa de la revolución bolivariana.
Maduro dijo, además, que detuvieron a más de 30 personas «terroristas» vinculadas al diputado opositor Richard Blanco, del partido Alianza Bravo Pueblo, acusadas de planear actos de violencia durante la jornada de marchas.
Fue detenido El Jeferson, líder de una banda delictiva que portaba armas y explosivos que serían utilizados en la concentración opositora.
En paralelo, al grito de «no más dictadura», decenas de miles de opositores salieron a las calles de Caracas, para protestar contra el gobierno de Maduro. La manifestación terminó en una serie de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que les impidieron llegar al centro de Caracas.
La Guardia Nacional lanzó gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a los opositores que intentaron sin éxito llegar hasta la sede de la Defensoría del Pueblo, y respondieron con piedras y cocteles molotov a los uniformados.
Con información de La Jornada