Cientos de familias que fueron desplazadas hace tres meses de Chalchihuitán, Chiapas, comenzaron su regreso este martes 2 de enero a sus hogares, aunque no existen las condiciones óptimas de seguridad.
De los poco más de cinco mil desplazados, tres mil 858 personas emprendieron el regreso y mil 165 optaron por continuar en el campamento, debido a los reportes de que continúan los disparos por parte de los grupos paramilitares armados que los habían expulsado de sus comunidades.
El vicario de la Diócesis de San Cristóbal denunció que estos grupos armados están asentados en Chenalhó, municipio que disputa con Chalchihuitán una extensa franja de tierra.
Los afectados han denunciado los policías destacamentados en la zona no son capaces de generar condiciones de seguridad para la población, ya que están desarmados y no son respetados por los grupos armados de Chenalhó.
Los habitantes de Chalchihuitán pidieron al gobierno estatal al desarme y encarcelamiento de los paramilitares que provocaron daños en viviendas y el desplazamiento obligado de cinco mil familias indígenas.
Con información de Aristegui Noticias