Por causa del huracán Harvey, que afectó la zona de Houston, Texas y paralizó las refinerías que normalmente surten a nuestro mercado de gasolinas, Pemex se vio obligada a comprar combustible a otras fuentes.
Al hacerlo tuvo que recurrir a gasolinas de calidad inferior a la de la norma mexicana.
La Comisión Reguladora de Energía autorizó a Pemex comprar 25 cargamentos de este tipo procedentes de el Caribe, Estados Unidos, Europa, Asia y África. Las especificaciones de calidad eran los de su zona de origen por lo que no cumplían con las de nuestro país.
La gasolina tipo Regular (similar a la Magna) que se distribuyó en septiembre tenía un contenido de oxígeno y presión de vapor distintas.
La Premium tuvo un número de octano y contenido de olefinas distintos a lo que exige la norma.
Para obtener el permiso, Pemex TRI reconoció que desde el 13 de septiembre de 2017 hubo condición de “emergencia para el suministro de gasolinas tipo Regular en el Valle de México, por inventarios críticos”.
Con información de El Universal