La policía de la Procuraduría General de Justicia, realizó con éxito un operativo para rescatar a niños y adolescentes originarios de Chiapas, Veracruz, Hidalgo y Puebla, casi todos ellos hablantes de lenguas indígenas, víctimas de una red de trata de personas que los explotaban laboralmente.
En el domicilio en la colonia Ex Hipódromo de Peralvillo, en la Ciudad de México, fueron encontrados tres menores y dos adultos que eran obligados a vender dulces y frituras en carretillas que tenían que empujar desde este domicilio hasta las colonias Condesa y Roma, la Zona Rosa y tramos de Paseo de la Reforma. Además, la policía encontró a otros tres menores en calles de estas zonas y aún no se ha establecido si las ocho víctimas son todas las que eran explotadas o hay más.
La policía logró detener a una mujer de 19 años acusada de mantenerlos en este sitio, su esposo se fugó y no pudo ser detenido.
La acusada y su esposo se trasladaban a distintos estados y ofrecían a sus víctimas un pago mensual, alojamiento y alimentación; sin embargo, cuando éstas comenzaron a laborar se les impuso una renta por hospedaje y tenían que pagar su comida.
Con información de La Jornada