La estrategia de campaña del tricolor por ahora ya no apunta hacia AMLO sino al panista, al mismo tiempo que ponderan a Meade como funcionario de trayectoria limpia. El abanderado del PRI subrayó que a él nunca lo escucharán batallando para explicar operaciones inmobiliarias ni propiedades al margen de la ley. Dijo que puede ver a la población a los ojos, con la claridad de saber que sus 20 años en el servicio público han sido honorables.
El ex funcionario aseguró en entrevista que tiene una vida limpia y que no hay ningún pendiente por aclarar de su gestión como titular de Secretaría de Desarrollo Social, por tanto, de modo implícito, se desmarcó de las irregularidades imputadas a su antecesora Rosario Robles.
Aseveró que durante su periodo no se firmó contrato alguno con universidades, médula de los presuntos desvíos de recursos en esa dependencia, documentados por la Auditoría Superior de la Federación.
Subrayó entonces que no hay ninguna observación de la ASF o de la Procuraduría General de la República que lo involucre, por lo que toca a esas instancias deslindar responsabilidades.
Con información de La Jornada