En Michoacán, uno de los estados más violentos de México, más de 100,000 jóvenes pidieron al Sumo Pontífice esperanza ante las problemáticas que deben afrontar como la impunidad, la violencia, la falta de trabajo y el narcotráfico.
Como respuesta, el Papa dijo que los jóvenes mexicanos pueden ser tentados por el dinero fácil o por el narcotráfico:
«Jesús nunca nos invitaría a ser sicarios, sino que nos llama discípulos. Él nunca nos mandaría a la muerte, sino que todo en él es invitación a la vida. Una vida en familia, una vida en comunidad; una familia y una comunidad a favor de la sociedad«.
Con un lenguaje directo y coloquial, el pontífice argentino les animó a no caer en las tentaciones del dinero fácil que llega del narcotráfico o de la criminalidad.
«Es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte«, les aseguró.
«Es mentira que la única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es en la pobreza y en la marginación«, agregó.
Y criticó que «muchas familias solo han podido llorar la pérdida de sus hijos, porque la impunidad ha dado alas a quienes secuestran, estafan y matan».
Con información de Univisión