En una cumbre celebrada este miércoles en Washington, los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la OTAN se comprometieron a proporcionar al menos 40.000 millones de euros en ayuda militar a Ucrania en el próximo año. Esta decisión tiene como objetivo respaldar la lucha de Ucrania contra Rusia y disuadir futuros ataques.
La declaración conjunta de la Alianza Atlántica señala: «Los aliados cuentan con proporcionar una financiación mínima de 40.000 millones de euros en el próximo año y mantener niveles sostenibles de asistencia en seguridad para que Ucrania gane«. Además, la OTAN reafirmó su determinación de apoyar a Ucrania en la creación de una fuerza capaz de derrotar la agresión rusa y prevenir futuras amenazas.
Los líderes de la OTAN se comprometieron a revisar las contribuciones de los aliados en futuras cumbres, comenzando por la reunión del próximo año en La Haya. Desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, el bloque ha dedicado aproximadamente 40.000 millones de euros a la ayuda militar para Ucrania. El nuevo compromiso cubrirá los costos relacionados con el suministro de armas y la asistencia y entrenamiento para las tropas ucranianas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que Dinamarca y Holanda han comenzado a enviar aviones F-16 de fabricación estadounidense a Ucrania. Este gesto cumple una promesa clave hecha el año pasado a Kiev, que ha luchado por alcanzar la paridad aérea con Rusia. Además, Biden informó sobre nuevos sistemas de defensa antiaérea para Ucrania y la colocación periódica de misiles de largo alcance en Alemania.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, subrayó que la transferencia de los F-16 «concentra la mente de Vladimir Putin en el hecho de que no durará más que Ucrania, no durará más que nosotros y, si persiste, el daño que se seguirá haciendo a Rusia y a sus intereses no hará más que profundizarse». Biden invitó a la cumbre al presidente ucraniano Volodimir Zelensky, quien expresó su gratitud por los F-16. Zelensky afirmó en redes sociales que los nuevos aviones «acercarán una paz justa y duradera, demostrando que el terror debe fracasar».
Los líderes de la OTAN también expresaron su «profunda preocupación» por el acercamiento entre Rusia y China, acusando a Beijing de desempeñar un papel clave en el esfuerzo de guerra ruso en Ucrania. En el comunicado final de la cumbre, se afirmó que China «se ha convertido en un facilitador decisivo de la guerra de Rusia contra Ucrania a través de su llamada asociación ‘sin límites’ y su apoyo a gran escala a la base industrial de defensa rusa».
La OTAN instó a China a «cesar todo apoyo material y político al esfuerzo bélico de Rusia«, incluyendo la transferencia de materiales de doble uso como componentes de armas, equipos y materias primas para el sector de defensa ruso. La alianza advirtió que China «no puede permitir la mayor guerra en Europa de la historia reciente sin que ello repercuta negativamente en sus intereses y reputación».
La cumbre intensificó las promesas a Ucrania, afirmando que el país está en un «camino irreversible hacia la plena integración euroatlántica, incluido el ingreso en la OTAN». Ucrania lleva años buscando su ingreso en la OTAN, que considera que un ataque a uno es un ataque a todos.
El presidente de Finlandia, Alexander Stubb, saludó este compromiso como un mensaje a Putin de que está fracasando en su objetivo de hacer retroceder a la alianza. Al igual que Suecia, Finlandia se unió a la OTAN tras la invasión rusa de Ucrania.
El compromiso de la OTAN de proporcionar 40.000 millones de euros en ayuda militar a Ucrania refuerza el apoyo internacional al país en su lucha contra la agresión rusa. Mientras las tensiones con Rusia continúan, la OTAN busca disuadir futuros ataques y fortalecer la posición defensiva de Ucrania en el escenario global.