En una escalada de tensiones en el conflicto en Ucrania, el Servicio de Seguridad ucraniano (SBU) publicó este martes fotografías de fragmentos de un misil ruso Kh-101, que según sus afirmaciones, impactó el lunes contra el hospital infantil Okhmatdyt de Kiev. Este trágico incidente ha provocado una fuerte polémica y acusaciones cruzadas entre Ucrania y Rusia.
Las imágenes compartidas por el SBU muestran fragmentos de la parte trasera de un misil Kh-101 con un número de serie visible, así como parte de su sistema de guía. Las autoridades ucranianas sostienen que la apariencia y trayectoria del misil, junto con la magnitud de los daños en el hospital, confirman que se trata de un Kh-101. Esta afirmación, según el SBU, no podría ser atribuida a un pequeño misil antimisiles ucraniano.
A pesar de las pruebas presentadas por Ucrania, Rusia ha negado estar detrás del ataque. La directora de Prensa e Información del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, afirmó sin aportar pruebas que un misil NASAMS disparado por Ucrania fue el responsable del ataque. Zakharova mencionó que esto había sido confirmado por “numerosos testigos”, sin identificarlos. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, reiteró que Moscú no ataca objetivos civiles en Ucrania.
El Kh-101 es un misil de crucero lanzado desde el aire, diseñado para volar bajo y evitar ser detectado por los sistemas de radar. Según Ucrania, derribaron 11 de los 13 misiles Kh-101 lanzados por Rusia. Este misil, con una ojiva explosiva de 450 kg, tiene un alcance estimado de entre 2,000 y 3,000 kilómetros, y puede volar a una velocidad subsónica de 0.77 Mach. Su diseño incluye materiales absorbentes de radiación y capacidad stealth, lo que lo hace difícil de detectar. En la fase final, desciende a una altitud de entre 30 y 70 metros, utilizando sensores de imágenes de TV e infrarrojos para alcanzar una precisión de 10-20 metros.
Más de seiscientos niños recibían tratamiento o estaban internados en el hospital Okhmatdyt en el momento del ataque. De ellos, 94 fueron trasladados a otros centros médicos y 68 continúan internados en áreas del hospital que no resultaron muy dañadas. Trágicamente, dos trabajadores del hospital murieron en el bombardeo, y al menos ocho personas, incluidos varios niños, resultaron heridas.
En total, 31 civiles han muerto en Kiev a consecuencia del ataque ruso con misiles. Otros lugares afectados incluyen otra clínica y un edificio de varias plantas. Además, diez personas murieron en Krivi Rog debido al impacto de un misil en una infraestructura industrial, y otro civil murió en Dnipró cuando un edificio fue alcanzado.
El jefe de la misión de observación de los derechos humanos de la ONU en Ucrania declaró que su análisis indica que el ataque fue probablemente causado por un impacto directo de un misil ruso. Las imágenes del incidente, verificadas por Reuters, mostraban un misil volando a gran velocidad en una trayectoria pronunciada hacia el hospital, sugiriendo un impacto directo.
El ataque al hospital infantil Okhmatdyt en Kiev ha desatado una controversia internacional, con Ucrania y Rusia intercambiando acusaciones. Mientras las investigaciones continúan, el impacto humanitario del ataque es innegable, afectando a cientos de niños y resultando en la pérdida de vidas inocentes. La comunidad internacional sigue de cerca la situación, esperando que se esclarezcan los hechos y se haga justicia para las víctimas.