Marilyn Monroe está de regreso en Palm Springs, California, pero no todos están emocionados.
Una estatua de 7,9 metros de altura del ícono de Hollywood con su famoso vestido blanco ondeante fue presentada el domingo delante del Museo de Arte de Palm Springs, frente a Palm Canyon Drive, la principal zona turística de la ciudad.
La obra de arte, esculpida por John Seward Johnson II en 2011, se inspiró en una escena de la película «La comezón del séptimo año». Llegó por primera vez a Palm Springs en 2012 por 26 meses y se trasladó a Nueva Jersey en 2014.
John McDermott, un vecino de Palm Springs de 77 años, detuvo su paseo matutino en bicicleta para ver la estatua.
«Hablo por la vasta mayoría de los residentes de Palm Springs, todos están encantados de tenerla de regreso aquí, absolutamente encantados», dijo McDermott. «Es bueno para la comunidad, es bueno para los negocios. Esta va a ser la Torre Eiffel de Palm Springs».
Pero Brooks Thomas, de 50 años y quien vive en Palm Springs desde hace ocho años, no piensa lo mismo.
«Es absurdo que salgas del museo y veas la parte trasera de la ropa interior de alguien», dijo. «La gente tiene todo tipo de problemas con otras cosas que les resultan obscenas, pero esto, ya sabes, creen que es aceptable».
Cuando se inauguró la estatua, los manifestantes que incluían a la Women’s March Foundation dijeron que era misógina y explotadora.
Se espera que «Forever Marilyn» permanezca en Palm Springs durante tres años.
Información de Reuters