Su nombre era Alejandra Vicente Cristobal, era una estudiante de la UAM de 24 años que, desafortunadamente, murió el 19 de septiembre cuando su edificio ubicado en Torreón y Viaducto colapsó.
Alejandra tenía una cuenta bancaria en la que su padre le había depositado, de poco a poco, dinero para que pudiera estudiar. Resulta que, luego de la tragedia, alguien tomó la tarjeta y durante el fin de semana realizó compras en Zara y Best Buy.
Sus padres, cuando acudieron al banco para reclamar el dinero de su hija fueron informados que de los 32 mil pesos que tenía, se gastaron 24 mil pesos. Aunque la institución aseveró que hara una investigación, no se comprometieron a devolver el dinero.
No cabe duda que en estos tiempos hay quien saca la mejor de si, pero también hay quien saca lo peor.
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Con información de El Universal