Miles de fans, se dieron cita en el centro de Minneapolis para rendir tributo a Prince en el club donde la leyenda de la música filmó su universal Purple Rain.
«La gente viene de todo el mundo, este fin de semana se dedica enteramente a conmemorar» al cantante, dice el guitarrista Patricx, que porta gafas oscuras, y abraza a su novia, que lleva un ramo de rosas.
«Esto es una locura, algo bello. Toda esta gente parece como unida por una comunidad cósmica de espíritus púrpura» afirma.
«Es una experiencia cósmica, puedes sentir toda esa energía ahí fuera, las vibraciones (…), la música, los sonidos, la atmósfera«, añade.
Algunos afortunados consiguen entrar al club, desde donde resuena la música de Prince. Algunos jóvenes llevan camisetas o corbatas púrpuras, otros llevan ramos con flores del mismo color. La gente bebe cerveza directamente de la lata, o toma a sorbos un poco de vino, mientras planean en el aire algunos efluvios de marihuana.
La muchedumbre, integrada por jóvenes y menos jóvenes, es diversa, con blancos, negros, asiáticos, o mujeres en medio de una mezcolanza de atuendos. Ahí hay estadounidenses venidos de todo el país, y gente local, del Estado de Minnesota, orgullosa de que Prince, esta leyenda de la música, fuera otro nativo.
Con información de La Jornada