Con Barcelona como epicentro, los catalanes protestan con cortes de avenidas, rutas y calles, así como acoso a la Policía, en rechazo a la brutal represión que ordenó el presidente Mariano Rajoy el pasado domingo.
Catalunya vive hoy un ambiente insurreccional con una huelga general convocada para repudiar la represión policial durante el referéndum celebrado el domingo y exigir la independencia.
Camino al Parlamento, la masiva marcha avanzó por la Vía Laietana, donde tiene su sede la Jefatura de la Policía Nacional, uno de los cuerpos que actuó en el desalojo violento de colegios electorales. El edificio está rodeado de manifestantes desde hace 24 horas:«¡Fuera, fuerzas de ocupación!», les gritan. O: «¡Las calles siempre serán nuestras!». Y varios insultos.
Un cordón de los Mossos d’Esquadra, policía catalana, se interpone entre los independentistas y la entrada. Los policías autonómicos reciben aplausos de la multitud, que les agradece haber desobedecido las órdenes que les exigían haber impedido que el domingo abrieran los centros electorales del referéndum separatista ilegalizado por los tribunales.
Otro de los focos de protesta fue la sede barcelonesa del PP, el partido de Rajoy. En donde miles de personas rodearon el edificio y empezaron a cantar por la independencia.
La marcha fue convocada por el sindicato anarquista CNT, pero la encabezaron unos 40 integrantes del Cuerpo de Bomberos de Barcelona, vestidos con sus trajes rojos. Llegaron como en un desfile y los ovacionaban desde los balcones: «¡Bomberos, bomberos!», se oía. Les reconocían que el domingo se hubieran encarado en varios colegios a los policías estatales.
La protesta ocurre a horas de que el gobierno de Puigdemont defina si finalmente da el paso y declara formalmente desde el Parlamento la independencia de Cataluña, como prometió el domingo después del accidentado referéndum. Mañana se anunciará la fecha de la sesión donde se debatirá el tema.
Con información de La Nación