La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, afirmó que es «inevitable» la salida de presidente de Siria, Bashar al Assad, demostrando un cambio de postura del gobierno de Donald Trump.
Antes del ataque con armas químicas a la ciudad rebelde de Jan Sheijun, Haley había declarado que derrocar a Al Assad no era “una prioridad”.
Incluso Donald Trump había descrito la lucha contra el autodenominado Estado Islámico y la búsqueda de la expulsión de Al Assad, al mismo tiempo, como «una idiotez».
Sin embargo, luego de las imágenes del ataque químico, Trump ordenó el bombardeo de la base aérea de Shayrat en el oeste de Siria, que Estados Unidos cree que fue la plataforma de lanzamiento de la agresión del pasado 4 de abril.
Haley planteó que ahora en la estrategia de Estados Unidos «eliminar a Al Assad no es la única prioridad, así que lo que estamos tratando de hacer es obviamente derrotar al EI. En segundo lugar, no vemos una Siria pacífica con Al Assad allí, en tercer lugar, sacar la influencia iraní y finalmente moverla hacia una solución política”.
Con información de La Jornada