En la reciente conferencia matutina desde Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador dejó claro que su gobierno no tiene ninguna intención de comprar Telmex al magnate Carlos Slim, a pesar de las afirmaciones de este último sobre la situación financiera de la empresa de telecomunicaciones.
López Obrador respondió con un enfático «No, no, para nada» cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que el gobierno adquiriera Telmex. Enfatizó que la buena marcha de los negocios de Slim y otros empresarios refleja el éxito del modelo económico que él denomina «Humanismo Mexicano». Destacó la importancia de combatir la corrupción, evitar lujos innecesarios en el gobierno y erradicar la impunidad para lograr una sociedad más justa y beneficiosa para todos.
Estas declaraciones del presidente surgen después de que Carlos Slim revelara que Telmex se encuentra en números rojos desde hace una década. A pesar de la situación financiera de la empresa, el empresario aseguró que no tiene intenciones de venderla y reiteró su compromiso de mantenerla como una empresa mexicana.
El mandatario mexicano reconoció el éxito empresarial de Slim, señalando que «a casi todos los empresarios les ha ido bien». Estas declaraciones parecen reflejar la confianza del gobierno en la efectividad de su enfoque económico y en la prosperidad continua de la iniciativa privada en el país.
En este contexto, la relación entre el gobierno y la figura de Carlos Slim sigue siendo un tema de interés, especialmente en el ámbito empresarial y económico. La declaración de López Obrador deja claro que, por ahora, la opción de compra de Telmex por parte del gobierno no está en consideración, marcando una línea clara entre la esfera empresarial y gubernamental.