Al menos 235 personas murieron y 109 resultaron heridas ayer, luego de que un grupo de hombres armados atacó con bombas y baleó a cientos de fieles musulmanes congregados en la mezquita de Al Rawdah, localizada en el noreste de la península Sinaí.
Los agresores colocaron explosivos alrededor del recinto y los detonaron cuando los fieles salían de rezar. La multitud entró en pánico. Inmediatamente unos 40 hombres, posicionados en cuatro camionetas todo terreno y otros puntos, abrieron fuego.
El presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, prometió en un comunicado una respuesta brutal. «Las fuerzas armadas y la policía vengarán a nuestros mártires». El mandatario también convocó a una reunión de alto nivel con funcionarios de seguridad y declaró tres días de luto nacional.
Ningún grupo extremista ha asumido la autoría del atentado. Sin embargo, desde 2013 y el golpe de Estado contra el presidente islamita Mohamed Mursi, grupos yihadistas, entre ellos la rama local del Estado Islámico, atacan constantemente a soldados y policías.
Con información de La Jornada