Todos sin duda hemos pasado por alguna crisis en el matrimonio, en la actualidad es especialmente alarmante el número de divorcios que existen. Por las razones que sea, desgraciadamente cada vez hay más hijos en medio de una dolorosa separación de los seres que más quieren, sus padres.
Además de la crisis, el sufrimiento y el impacto que por sí mismos producen las separaciones, no conviertas a tus hijos en un arma para chantajear, amenazar y herir a tu ex pareja, eso es realmente lamentable y degradante para quien lo hace. Recuerda que los hijos no son balas para herir a tu expareja.
No involucres a tus hijos en los pleitos de adultos, por la razón que sea son pleitos entre iguales. Involucrarlos a los hijos es confundirlos más y exponerlos a una situación dolorosa para ellos. Si en verdad los amas, no los utilices a tu favor.
Antes de hablar mal o criticar a tu expareja frente a ellos recuerda que es su padre o su madre y lo aman independientemente de tus problemas con él o ella. Los roles de ser pareja y padre o madre son diferentes.
Si tú hablas mal de su padre o madre y haces comentarios despectivos pensando que de esa forma «te los vas a ganar para tu lado», estas profundamente equivocado.
Ellos no tienen tú mismo marco de referencia, ni tus rencores, los cuales son exclusivamente tuyos, no de ellos. Al herirlos hablando mal de alguien a quien ellos aman (a pesar tuyo) los perderás más rápido.
Si estás viviendo una situación de crisis de pareja, ya sea que vivas con él o ella o que estés separado o incluso ya divorciado, por el bien de tus hijos y de ti mismo es importante que puedas hablar con la pareja de las reglas y valores con los hijos. Culpar no sirve de nada, lo importante es llegar a acuerdos básicos para que pueda haber consistencia.
No te vuelvas el padre que llena de regalos a sus hijos para limpiar sus culpas, pues lo único que lograras es confundirlos aún más. En realidad, lo que ellos necesitan en estos momentos es ver a sus padres como adultos capaces de resolver de manera congruente y respetuosa una separación.
Las separaciones y los divorcios son profundamente dolorosos, y el dolor nos hace actuar irracionalmente. Haz tu mejor esfuerzo para que tus hijos salgan lo menos lastimados y tu también
Es un momento importante para tener una comunicación más activa con los hijos pues ellos también están llenos de dudas y de sentimientos encontrados, habla con ellos todo el tiempo que ellos lo requieran, utiliza palabras sencillas que ellos puedan entender y solo responde lo que ellos pregunten.
Si te sientes muy mal respecto a tu condición conyugal, es importante que recibas atención profesional y puedas cerrar emocionalmente dicha etapa y así poder rehacer tu vida sentimental. No busques culpables ni tomes el papel de víctima, limpia tus heridas y ponte de pie que la vida continua.