Hasta que sentimos un sismo, solo hasta entonces, recordamos el peligro sísmico en el que vive la CDMX. Como lo he mencionado en diversas ocasiones, las nuevas generaciones que no vivieron los sismos de 1985 desconocen el gran riesgo de una ciudad que está fundada sobre el lecho de un antiguo lago y que hace que sismos de la costa puedan ser tan violentos por el efecto de la amplificación que produce el subsuelo.
A este desconocimiento de estas nuevas generaciones se suma que muchas personas, incluso aquellas que vivieron el terremoto de 1985, consideran los simulacros como una pérdida de tiempo; tan solo veamos a Japón como gran ejemplo de seriedad, responsabilidad cívica y participación: la alta cultura de prevención dentro de la sociedad salvó miles de vidas durante el terremoto de marzo de 2011.
Hoy en día, se tiene la creencia que durante un sismo todos los edificios deben ser evacuados incluso mientras está temblando sin importar si es una estructura con la tecnología antisísmica más avanzada o aquellos que se apegan a las normas de construcción recientes. Justamente para esto te servirán los simulacros, para evaluar y saber si debes desalojar el inmueble en caso de que te encuentres en pisos superiores porque incluso, estando en un primer piso, la evacuación podría ser lenta si hay muchas personas que deban dirigirse hacia las áreas de seguridad o menor riesgo en el exterior.
En edificios, se recomienda que al sonar la alerta sísmica únicamente desalojen el inmueble los que se encuentren entre los niveles 1 al 4 porque es muy probable que no dará tiempo de llegar al área de menor riesgo si estás en pisos superiores.
Un error frecuente, y que se debe erradicar por la seguridad de todos, es seguir desalojando los edificios cuando ya se siente el sismo. Este es el momento de mayor peligro ya que habrá gente que entre en pánico por estar más al pendiente de encontrar la salida en las escaleras pudiendo generar cuellos de botella provocando aplastamientos; una vez terminado el sismo, continúa desalojando para que se verifique la integridad de la estructura y porque puede existir la probabilidad de un sismo aún más grande.
Otro de los riesgos, es cuando sales del edificio con el gran riesgo de que se rompan ventanas o los objetos que no están bien sujetos te caigan encima y salga peor que haberte esperado en una zona menor riesgo dentro del inmueble.
Ejemplo de lo anterior es este video del sismo del 8 de mayo de 2014:
Aunque tenemos alertas sísmicas, estas no servirán de nada si no sabes qué hacer con el tiempo de ventaja que te ofrecen antes de la llegada del sismo, como es el caso de la “alerta oficial” enfocadas en desacreditar otras herramientas de prevención en vez de promover la cultura de la prevención.
Por estas razones, los simulacros tienen el propósito principal de probar la eficiencia de los planes de emergencia para crear y fomentar hábitos de respuesta para que la población sea protagonista y consciente de su propia seguridad con base en una organización que ayude a minimizar los riesgos durante la presencia de una amenaza.
¿Cómo puedes estar mejor preparado ante un sismo?
- Para saber si debes evacuar, primero debes tomar el tiempo necesario para llegar al exterior; si tardas más de 30 segundos es mejor buscar las áreas de menor riesgo dentro del inmueble.
- Un área de menor riesgo al interior es donde veas mayor estructuración: columnas, muros, cubos de elevadores y escaleras (sin que los uses).
- Controla tus emociones: sabemos que es casi inevitable tener miedo ante un sismo, pero estando calmados seremos capaces de tomar mejores decisiones.
- Busca al exterior lugares abiertos
- Forma u organiza brigadas internas de Protección Civil (preferentemente un responsable por cada área o piso)
- Ten una señalización clara de las rutas de evacuación al igual que las áreas de seguridad o menor riesgo.
- Mantén las rutas de evacuación libres de cualquier obstáculo.
- Equipo contra incendios de fácil acceso y caducidad vigente.
- Equipo de rescate y/o Mochila de Emergencia con botiquín.
- Evalúa, detecta y reduce posibles riesgos como lámparas u objetos colgantes, muebles que puedan volcarse como libreros o estantes, elementos del edificio que puedan ser susceptibles a caerse como adornos en las fachadas y cables de electricidad al exterior.
- Incluye y promueve la participación segura de mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con discapacidad.
Realiza simulacros y crea diferentes escenarios. Hazlos con la mayor precisión y realismo posible siguiendo esta guía de Protección Civil – CENAPRED (¡que no te de flojera leerlo!): http://www.proteccioncivil.gob.mx/work/models/ProteccionCivil/Resource/60/1/images/gpsei.pdf
Si tienes dudas sobre la seguridad de tu inmueble acude a Protección Civil de tu localidad, ellos te asesorarán. No esperes a cada 19 de septiembre para tomar medidas de prevención que pueden salvar tu vida.
¡Opina, comparte y súmate a la prevención!