Estamos a pocos días de finalizar la temporada invernal 2017 – 2018 y los valores de temperaturas ya comienzan a ascender para dar paso a la primavera.
En noviembre de 2017, la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) dio a conocer oficialmente la aparición del ENSO (El Niño – Oscilación del Sur) la cual se encontraba en su fase negativa conocida como “La Niña”, la cual jugaría un papel importante para saber cómo se podría comportar el invierno en México.
Mucho se habló sobre las temperaturas que estarían por arriba de lo normal en gran parte del país, esperándose al mismo tiempo, condiciones más secas debido a precipitaciones dentro o por debajo de lo normal. A pesar de que el invierno se podría considerar como cálido, se aclaró que era muy favorable el ingreso de aire ártico ocasionando periodos muy fríos en nuestro país, no obstante, los periodos cálidos serían los dominantes. Basándonos en lo anterior, los más recientes análisis de la NOAA indican que el trimestre noviembre de 2017 a enero de 2018 (NDE) las principales variables de temperatura y precipitación se comportaron mayormente a lo esperado por dicha fase del ENSO sobre nuestro país cumpliéndose lo pronosticado en noviembre pasado.
Muchas personas probablemente tienen la percepción de que fue un invierno muy frío pero esta percepción se debe a que el invierno previo, que se toma como punto de comparación con el actual, fue predominantemente cálido también por efectos de “La Niña” que tuvo intensidad débil.
Antes de continuar, vale la pena hacer un pequeño apartado para recordar estos conceptos:
ESTADO DEL TIEMPO: CONDICIONES ATMOSFÉRICAS ACTUALES HASTA UN DETERMINADO NÚMERO DE DÍAS (CORTO PLAZO) EN UN LUGAR DEFINIDO.
CLIMA: EL PROMEDIO DE LAS CONDICIONES METEOROLÓGICAS EN PERIODOS DE MESES O MÁS (LARGO PLAZO).
Definido lo anterior, es muy importante reconocer que solo tomamos en cuenta, para referencias, los periodos inmediatos de cada evento que se esté dando (lluvias, frentes fríos y nevadas) y no lo vemos desde un panorama más amplio; dicho en otras palabras: nos llama la atención el estado del tiempo pero no observamos las condiciones del clima.
Las anomalías, es decir, los valores que están por arriba o por debajo de la media para el trimestre noviembre, diciembre y enero, se comportaron de la siguiente forma en cuanto a temperaturas: zona noroeste por arriba de lo normal; occidente, centro y noreste del territorio mostraron valores dentro de lo normal y sólo los estados del sur y sureste presentaron anomalías por debajo de lo normal.
Es importante mencionar que entre diciembre y enero se presentaron importantes incursiones de aire ártico generando nevadas extensas y temperaturas bajo cero que duraron varios días y afectaron principalmente la mitad oriental y algunas porciones del centro de México ocasionando que enero fuera un mes frío, sin embargo, no fue suficiente para que todo el trimestre fuera similar, o sea frío.
Sobre los estados del sureste, dichas masas frías permanecían varios días combinándose con precipitaciones y eventos “Norte” prolongados, aunque estrictamente no fueron condiciones excepcionalmente frías, los valores térmicos se mantuvieron por debajo de lo normal en Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Campeche. De manera muy general se puede decir que, hasta el momento, se presenta un invierno con temperaturas dentro a ligeramente por arriba de lo normal en México.
Las precipitaciones en gran parte del país estuvieron dentro de lo normal en buena parte del norte, centro y sur del territorio, exceptuando los estados del noroeste donde fue más seco de lo normal y una pequeña zona limítrofe entre Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Chiapas, así como el norte de Quintana Roo presentaron condición más húmeda, esto probablemente por lo que se mencionó anteriormente del ingreso de constantes masas frías, transportando lluvias por los eventos “Norte”. No está de más aclarar que en los inviernos, independientemente de El Niño o La Niña, las lluvias son escasas en México, ya que la estación de lluvias es entre verano y otoño, así que tener condiciones más secas de lo normal puede implicar definitiva ausencia de lluvia.
Aunque la primavera está a la vuelta de la esquina, las incursiones de los frentes fríos serán todavía posibles pero con menor intensidad y duración.
En las siguientes semanas, hasta que inicie la temporada de lluvias en mayo, nos enfrentaremos a la temporada de incendios los cuales pueden ser más propensos dado el ambiente seco y cálido de esta temporada invernal. Son más de 70 días en los que debemos tener extremo cuidado de nuestras selvas y bosques para evitar una catástrofe ambiental que aporte más gases de efecto invernadero (y todavía hay que sumar las actividades industriales y cotidianas del ser humano) a un planeta saturado y cada vez más cálido.
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