¿Has participado en algún maratón? ¿Sabes por qué la distancia que se recorre es de 42 kilómetros y 195 metros en específico?
Antes es conveniente aclarar la duda lingüística que surge siempre en este caso: ¿Se dice “el maratón” o “la maratón”? Según el Diccionario panhispánico de dudas, la palabra “maratón” puede emplearse tanto en masculino como en femenino. Por lo tanto, ambas formas son correctas.
Y sobre su origen, existen varias versiones con distintas fechas, distancias y razones sobre cómo es que se originó el primer maratón en la historia de la humanidad. Pero probablemente la más aceptada sea la de la antigua Grecia durante la guerra que enfrentó contra los persas.
Todo inicia en el año 490 antes de Cristo, en la ciudad griega de Atenas, donde las mujeres esperan noticias sobre si sus maridos saldrán victoriosos o derrotados por los persas en la batalla de la llanura de Maratón, sitio ubicado a unos 42 kilómetros de Atenas.
El antecedente fue que los persas juraron que si vencían a los griegos irían después a la ciudad ateniense para saquearla y sacrificar a las niñas. Como ocurre en muchas guerras, el resultado era incierto.
Entonces, los soldados griegos acuerdan con las mujeres que si no reciben la noticia de su victoria antes de 24 horas, coincidiendo con la puesta del sol, serían ellas mismas las que maten a sus hijas y después se suiciden.
Como una terrible jugada del destino, los guerreros atenienses ganan la batalla, pero les toma mucho más de lo esperado El tiempo sigue corriendo y cuando se dan cuenta, el plazo está por cumplirse y temen que al no recibir noticias, sus mujeres ejecuten el plan pactado.
En ese momento, el general Milcíades decide enviar un mensajero para dar la noticia a la ciudad de Atenas. Y aquí comienza parte de la leyenda porque una de las versiones asegura que el mensajero elegido es Filípides, quien además de combatir el día entero en la batalla, tiene que recorrer una distancia de entre 30 y 35 kilómetros hasta la polis griega.
Maratón se encontraba más o menos a esa distancia, al noroeste de Atenas, pero se dice que Filípides se esfuerza tanto para llegar a la mayor brevedad, que cuando consigue pisar la ciudad, cae agotado y antes de morir sólo consigue decir una palabra: níki. Es decir, “victoria” en griego antiguo.
En la versión del historiador Herodoto, Filípides en realidad es enviado a Esparta para pedir refuerzos militares y poder acabar con los persas, ya que éstos estaban avanzando peligrosamente hacia Maratón. La distancia entre Antenas y Esparta que recorre Filípides en 2 días es de 240 kilómetros.
La primera versión es la que el Comité Olímpico Internacional toma para fijar la distancia de la carrera en 42 kilómetros, pero existe también una carrera anual en homenaje a esta batalla que se llama Espartatlón y que recorre la distancia de Atenas a Esparta.
Herodoto escribe su versión de los 246 kilómetros unos 30 o 40 años después, pero el primer relato escrito conocido sobre una carrera de Maratón a Atenas es del escritor griego Plutarco, en su ensayo “A la gloria de Atenas”, donde atribuye la carrera a un mensajero llamado Thersippus o Eukles, y no a Filípides.
Un siglo después, Luciano sí atribuye la leyenda a Filípides. Es posible que en los 500 años transcurridos entre la época de Herodoto y la de Plutarco, ocurriera una confusión entre la historia de Filípides con la batalla de Maratón, y que algún escritor con mucha imaginación inventara la carrera de Maratón a Atenas.
Al parecer, Filípides no hizo el recorrido de Maratón a Atenas -el de 42 kilómetros-, pero sí el de Atenas a Esparta -de 246 kilómetros-. Porque además muchos creen que sólo por Filípides el maratón recibió este nombre, lo cual es incorrecto.
Los soldados griegos eran excelentes corredores y tras la batalla de Maratón, todo el ejército ateniense tuvo que correr la distancia de Maratón a Atenas para llegar a la costa de su indefensa ciudad antes de que llegaran los barcos persas.
Cuando finalmente llegan los persas, se sorprenden de la increíble fortaleza de los soldados atenienses y abandonan sus intentos de conquista. Entonces, la proeza de la carrera de Maratón a Atenas debe atribuirse al atlético ejército griego que corrió a toda prisa para defender su ciudad, donde posiblemente estuvo también un Filípides que corrió con los demás soldados.
¿Y de dónde vienen los otros 195 metros que se suman a los 42 kilómetros?
A que en 1908 los Juegos Olímpicos se llevan a cabo en Londres, Inglaterra. El Príncipe de Gales -Jorge V- y la Reina Alexandra ordenan que la carrera comience en el Castillo Windsor para poder verla con comodidad, ya que estaba lloviendo.
Para apreciar la llegada también piden que ésta sea frente al palco real dentro del estadio olímpico. La distancia resultante de este par de caprichos fue de 42 kilómetros y 195 metros, que es la que actualmente se recorre en un maratón.
Con esto queda claro que la distancia oficial olímpica es resultado de la combinación de un mito griego y el capricho de los monarcas ingleses en 1908.
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Después de escuchar este periodismo de vida, te pregunto: ¿Conocías esta historia sobre el maratón? ¿Con cuál de las dos versiones te quedas? ¿Conoces alguna historia similar que hable sobre otro deporte?
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