Una ola de calor sin precedentes azota esta semana el sur de Estados Unidos. Las temperaturas son tan altas que algunos aviones no pueden volar debido a que el aire se hace muy delgado.
American Airlines canceló medio centenar de vuelos que tenían previsto despegar o aterrizar desde el aeropuerto de Phoenix, en Arizona.
El calor afecta a la habilidad de algunas aeronaves para despegar. El aire a más de 50 grados centígrados es menos denso y provoca que el avión tenga que coger mucha más velocidad para compensar la pérdida de impulso que sufren los motores.
Con información de El País