Ante el anuncio de posibles deportaciones masivas por parte de Donald Trump, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ha intensificado sus esfuerzos para proteger a los mexicanos en Estados Unidos. Estas medidas buscan salvaguardar los derechos de los connacionales y ofrecer apoyo integral frente a un posible incremento en los retornos.
Una de las iniciativas más destacadas es el desarrollo de una aplicación móvil que incluirá un «botón de pánico». Este permitirá a los migrantes alertar de manera inmediata al consulado más cercano, a la cancillería y a sus familiares en caso de enfrentar una deportación inminente. La herramienta, que estará disponible a principios de 2025, refleja el uso de la tecnología como un aliado para la protección de los derechos humanos.
Asimismo, la SRE ha reforzado su red consular en Estados Unidos. Actualmente, se ofrecen servicios de asesoría legal gratuita y una línea telefónica de atención permanente. Los consulados también han incrementado su presencia en centros de detención, donde trabajan para garantizar que los derechos de los mexicanos sean respetados durante los procesos migratorios.
En colaboración con organizaciones civiles, albergues e iglesias, los consulados han establecido puntos de apoyo para quienes enfrenten deportaciones. Estas alianzas buscan ofrecer refugio temporal, asesoría y orientación para enfrentar la incertidumbre que generan estas políticas.
Además de la asistencia directa, la SRE ha lanzado campañas informativas dirigidas a los migrantes. Estas incluyen talleres sobre derechos humanos, procesos legales y preparación en caso de deportación. La meta es que los mexicanos estén informados y preparados para enfrentar posibles escenarios adversos.
En México, la estrategia de la cancillería incluye la coordinación con otras dependencias gubernamentales para recibir a los migrantes retornados. Se están diseñando programas de reintegración social y laboral que faciliten su adaptación y les brinden nuevas oportunidades. Esto incluye la creación de bolsas de trabajo, acceso a programas educativos y apoyo psicológico para quienes enfrenten el impacto emocional de la deportación.
Estas acciones reflejan la necesidad de garantizar la seguridad y dignidad de los migrantes ante políticas que podrían afectar su estabilidad. La SRE busca prevenir vulneraciones a los derechos humanos y asegurar que los mexicanos, sin importar su ubicación, cuenten con respaldo en un momento de alta incertidumbre.