Aunque en México la empresa sigue siendo exitosa, a nivel internacional Avon está en medio de una grave crisis con grandes pérdidas.
Empresa de 130 años de existencia con un nuevo presidente global de origen mexicano, Miguel Fernández, quien cuenta con más de una década de experiencia en el sector de venta directa y que fue entrevistado por el diario Reforma sobre los grandes retos que enfrenta:
«Tenemos que corregir partes de la ejecución básica del negocio, hay partes básicas en las que nos equivocamos y que tenemos que rectificar.
«Mucho de esas fallas está relacionado con la oferta de servicio», admite, la segunda más grande en el mercado de venta directa en el mundo.
La compañía, que opera en 57 países, tiene como reto perfeccionar la ejecución, de tal forma que todos los productos estén disponibles cuando las vendedoras de Avon lo requieran y no pierdan oportunidades de venta.
El ejecutivo afirmó que en las grandes corporaciones, como Avon, es común que los esfuerzos se disipen en detalles que no están relacionados directamente con mejorar las condiciones de ventas para las promotoras.
«Ahora en todas mis juntas pido que dejemos una silla vacía y que todo el equipo imagine que ahí está sentada una representante Avon. A partir de ahora será el centro de todo lo que haremos en el futuro», insiste.
En los años recientes, Avon ha enfrentado una crisis a nivel global. En el segundo trimestre de 2017 registró pérdidas por 45 millones de dólares, cuando en el mismo periodo del 2016 reportó ganancias por 33 millones de dólares.
México es el segundo mercado más importante de Avon a nivel mundial, sólo después de Brasil, pero aquí tiene la planta de producción más grande en el mundo.
Desde Celaya, Guanajuato, se envían y entregan 4 mil pedidos cada hora a través de 400 rutas de transporte diariamente, la planta surte 2 mil piezas por segundo.
Con información de Reforma