Este viernes se cumplió otro aniversario luctuoso de la actriz estadunidense, cantante y sex symbol Marilyn Monroe.
Se trata de una de las figuras más conocidas en todo el mundo, tanto por su belleza como por las controversias que dejó a cada paso que dio.
Una de ellas fue la provocada por una fotografía tomada durante su visita a México. La imagen fue trabajo del mexicano Antonio Caballero, un 22 de febrero en el Salón Virreinal del ahora desaparecido Hotel Continental de la Ciudad de México.
Lo curioso de la foto es que todo fue un accidente; la actriz estaba cruzando sus piernas cuando dejo ver que no usaba ropa interior y que tampoco era rubia.
“Yo trabajaba como freelance para el periódico Cine Mundial, y el día anterior me llamó el editor, Octavio Alba, para pedirme que hiciera un equipo porque Marilyn Monroe vendría a México”, relató Caballero 54 años después del trabajo.
La cita, según cuenta en reportero gráfico, era a las 13:30 horas; sin embargo, no fue hasta casi las cuatro de la tarde cuando la diva apareció.
Ante el evidente tumulto, la estrella de Hollywood sonrió y saludó a todos los presentes. Luego se sentó en un sillón donde la esperaría una mesa con una botella de champaña enfrente.
“De entre todos los aproximadamente 50 fotógrafos que éramos, yo logré quedar en cuclillas, apretujado y prácticamente a los pies de Marilyn. Debido a que estorbaba la cubeta, pedí que la quitarán y cuando ella toma la copa, descruza la pierna y ahí capté el instante”, explicó.
El joven reportero de 22 años no se había percatado entonces de la imagen. Fue hasta el trabajo de laboratorio cuando descubrió la sorpresa con un “¡órale, qué foto!”.
Antonio recuerda que sus compañeros le dijeron que aprovechó el momento, que lo había notado antes y que por eso tomó la instantánea. Pero debido a la cultura de aquellos años, ni siquiera lo hubiera pensado, “pues en esa época era muy feo decir que había tomado el vello público a fulana de tal”.
Tal vez por eso Cine Mundial no la publicó de inmediato, sino hasta dos días después y con una cinta negra de censura. Esto claro, después que Caballero la vendió en 10 pesos de entonces, tarifa normal para aquellos años.
Luego un amigo suyo, el empresario italiano Max Kolozwky se la compró pero en 20 pesos, con la finalidad de mostrarla en Europa. De ahí la fama.
No fue hasta años adelante cuando el fotógrafo decidió registrar su trabajo ante Derechos de Autor; esto luego de que su colega Fernando Servín intentó robarle los negativos. Quien le aconsejó fue el director de la revista Proceso en esos años, el novelista y periodista Vicente Leñero.
La imagen de esa Marilyn contrasta con su muerte, ocurrida seis meses después.
“Nunca olvidaré ese día que vi a Marilyn. Cuando apareció fue como ver el sol, irradiaba luz y esplendor. Tenía un angelote tremendo, una belleza, su vocecita, su modo de ser. Se portó muy gentil. Todo el mundo la tildaba de tonta, pero de eso no tenía absolutamente nada, era muy inteligente”, asegura el reportero.
Actualmente, Antonio Caballero y su compañero Alberto Carbot preparan la edición de un libro que cuente la visita de la actriz en México, con la información e imágenes recolectadas en cuatro años de investigación.
Con información de Notimex y La Jornada