El Pleno de la Cámara de Diputados se convirtió en campo de batalla cuando el legislador Marcelo Torres Cofiño lanzó un reclamo directo contra la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez.
El diputado acusó a la funcionaria de encubrir a los hijos de Andrés Manuel López Obrador, señalados en investigaciones periodísticas y judiciales por sus presuntos vínculos con el huachicol fiscal.
“Este Gobierno no combate al crimen. Lo encabeza”, soltó Torres Cofiño en medio de gritos y abucheos de la bancada de Morena, que intentó callar sus señalamientos.
El señalamiento
Torres Cofiño cuestionó que, en lugar de transparentar y aclarar las acusaciones contra los hijos del expresidente, la Secretaría de Gobernación guarde silencio y cierre filas para proteger a la familia presidencial.
La denuncia se enmarca en el creciente escándalo por la red de contrabando de combustible y huachicol fiscal que involucra a mandos de la Marina, empresarios y operadores políticos cercanos a Morena.
Un gobierno bajo sospecha
Las acusaciones golpean de lleno la narrativa de la llamada Cuarta Transformación, que ha presumido durante años una supuesta política de “cero tolerancia” a la corrupción. Hoy, desde el propio Congreso, se señala al gobierno no solo de permitir, sino de encabezar estructuras criminales.
La confrontación con Rosa Icela refleja un punto crítico: la negativa oficial a dar respuestas claras sobre los vínculos de los hijos de AMLO con negocios ilícitos. La falta de rendición de cuentas alimenta las sospechas de encubrimiento desde las más altas esferas.