La cifra de muertos en Irán subió el lunes a 530 como consecuencia del devastador terremoto que asoló a varias provincias del país, el movimiento de tierra más mortífero en la república islámica en al menos una década.
Equipos de emergencia mantienen sus operaciones para rescatar a cientos de personas atrapadas entre los escombros en la provincia de Kermansha, fronteriza con Irak.
El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, ofreció sus condolencias a las víctimas e instó a todas las agencias oficiales a ayudar a los afectados. El Gobierno anunció un día de luto.
Por su parte, autoridades de Irak dijeron que el área más afectada del país era el distrito de Darbandikham, cerca de la frontera con Irán, donde al menos 10 casas se derrumbaron y el único hospital quedó muy dañado. El terremoto se sintió también en Bagdad.
Con información de El Universal