El exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, salió en defensa de su excolaborador y actual secretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, luego de que se señalara su posible intervención en los procesos electorales del estado.
Adán Augusto rechazó las acusaciones y aseguró que en Tabasco las elecciones “se desarrollan en un marco de tranquilidad”, destacando que la entidad es “uno de los estados con mayor participación ciudadana”.
Pero más allá de su mensaje de calma, el exfuncionario lanzó una advertencia: calificó como “una falta” el hecho de que se divulguen expedientes relacionados con las acusaciones contra Bermúdez Requena. Una postura que genera suspicacias, pues parece más interesado en silenciar la información que en esclarecer los hechos.
Sospechas y contradicciones
Las palabras de Adán Augusto contrastan con la percepción ciudadana y con los señalamientos que circulan sobre la intromisión de operadores políticos en los comicios locales. La defensa a ultranza de Bermúdez Requena, en lugar de exigir transparencia y deslinde de responsabilidades, deja la impresión de que en Tabasco la prioridad no es la limpieza electoral, sino blindar a los aliados.
¿Elecciones tranquilas?
Aunque López Hernández insiste en que Tabasco vive un clima de participación democrática y estabilidad, el señalamiento sobre la intervención de funcionarios en las elecciones cuestiona directamente la legitimidad del proceso. Y si divulgar expedientes es, según él, una falta… ¿no lo es más intentar tapar acusaciones graves en pleno proceso electoral?