El Chapo Guzmán perdió la noción del tiempo, del día y de la noche, por estar recluido 23 horas diarias en una celda sin ventanas con frío, sin reloj y ningún contacto con el exterior. Situación que lo ha llevado a perder la cabeza: se queja de que oye música, pese a que la radio está apagada.
Recluido en el Metropolitan Correctional Center, en Nueva York, en un recinto de máxima seguridad famoso por sus condiciones extremas, el «Chapo» sufre malas condiciones de reclusión. Sus abogados relatan que la climatización de su celda funciona mal y que a menudo le falta ropa de abrigo y pasa frío. La luz eléctrica siempre está encendida, incluso cuando es de noche, de modo que le cuesta distinguir en qué momento del día está. “Compró un pequeño reloj -dentro de un economato que hay en el centro-, pero se lo quitaron de la celda sin explicación. Sin ventana ni acceso a la luz natural, el reloj era su única manera de distinguir el día de la noche”, explica el documento presentado por su defensa.
Las únicas visitas que recibido Guzmán Loera fueron de sus abogados, que además no pueden trasladarle ningún tipo de mensaje de su mujer, Emma Coronel. El capo no puede hablar con ningún interno y ningún guardia tiene permitido establecer conversación con él.
Las dos fugas que protagonizó en México, la última, en 2015, fue una humillación para la seguridad nacional, han llevado a la justicia americana a extremar las precauciones.
Con información de El País