¿Has escuchado hablar o probado alguna vez el agua micelar?
Las aguas micelares son soluciones de base acuosa compuestas de unas partículas llamadas micelas de ácidos grasos en suspensión. Estos ácidos grasos con un polo hidrófilo (que atrae el agua) y otro lipófilo (que atrae la grasa) se juntan formando una micela que al pasarla por la piel con un algodón provocan que la piel “se abra”. Los polos lipófilos atrapan la grasa y la suciedad en su interior respetando la piel y su film hidrolipídico (capa natural de protección de la piel).
¿Suena interesante verdad? El agua micelar es un demaquillante muy completo ya que tiene un alto poder de limpieza, es tolerante con los ojos y la piel, calma y descongestiona, tonifica y no necesita enjuague.
Si no te gusta sentir aceitosa tu piel después de limpiarla, esta es una excelente opción ya que tal cual se siente como agua y deja la piel suave y limpia.
Existen muchas marcas que tienen dentro de su línea de productos el agua micelar pero el pionero fue Jean Noel Thorel, faramcéutico, biólogo y fundador de Bioderma.
Su filosofía de cuidado de la piel está presente en cada uno de sus productos, especialmente en el agua micelar la cual es el producto más vendido de los laboratorios en todo el mundo. Se puede encontrar para piel normal y para piel sensible en farmacias especializadas.
¡Cuida tu piel y prueba el agua micelar, te encantará!
“Cuando una piel sufre, más que tratarla hay que enseñarle de nuevo a vivir según su biología natural”.
Jean Noel Thornel.
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