A un mes del secuestro y asesinato del estudiante Norberto Ronquillo, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) reveló que existen varias inconsistencias en las declaraciones de tres personas allegadas al joven, en la recaudación del rescate y el hallazgo de una sábana que podría conducir hacia los responsables del crimen.
El caso de Norberto Ronquillo conmocionó al país porque el joven fue secuestrado y aunque su familia pagó el rescate para su liberación, sus captores lo mataron a sangre fría y abandonaron su cadáver en un paraje baldío en la alcaldía de Xochimilco.
De acuerdo con la carpeta de investigación con folio FAS/E/UI-2C/D/01045/06-2019, el cuerpo de Norberto fue envuelto con una sábana roja, la cuál tenía bordado los apellidos Hernández Guarneros, por lo que las autoridades investigan a tres integrantes de dicha familia que además tenían relación con la víctima y conocían detalles de su vida.
Además, los restos también fueron abandonados con dos bolsas de plástico negro y otras dos cobijas: una morada con estampados de tulipanes y la otra gris con verde.
El diario El Universal explicó que las autoridades hallaron el cadáver de Norberto envuelto con la sábana roja y después le colocaron el resto de las telas y bolsas de plástico, además todo esto fue atado con una extensión eléctrica que podría pertenecer a la misma familia.
El rotativo detalló que investigan a tres miembros de esta núcleo familiar porque podrían estar involucrados en el crimen del originario de Meoqui, Chihuahua, con quien además tenían un nexo lejano.
Además analizan al cuadro cercano de Ronquillo porque hay inconsistencias en las declaraciones sobre el lugar donde abandonaron el automóvil de la víctima y el proceso para reunir el rescate que entregaron a los captores.
Ayer el papá del joven de 22 años, Norberto Ronquillo, dijo tener miedo de viajar a la Ciudad de México para continuar con las investigaciones, porque podría tener el mismo destino que su hijo.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, el hombre declaró que sospechaba de algunas personas cercanas a su hijo, pero no podía revelar nombres porque la investigación aún continuaba abierta.
«Tengo miedo de que en una ida para allá (a la Ciudad de México) me pase lo mismo que a mi hijo, por obvias razones, y los que lo hicieron tal vez quieran parar esto de alguna manera. Desgraciadamente, en lo personal desconfío de varias personas, no puedo decir nombres, quiero ver los expedientes, los avances y luego ya podría decir nombres», señaló.
«Mi hijo tenía muchos planes que ciertas personas se los arrebataron junto con su vida y su libertad, y lo que quiero como padre es justicia», agregó.
Fuente: Infobae