El flamante alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, asumió el control del ayuntamiento ganando enemigos. El alcalde declaró que Cuernavaca no trabajará con el Mando Único Coordinado.
En respuesta, Graco Ramírez, gobernador del Estado, envió a Alberto Capella, comisionado de Seguridad Pública a la sede de la policía para retirar todo el equipo asignado al Mando Único, incluyendo armas y equipos de intercomunicación.
Blanco declaró que la acción de Capella había dejado a la policía municipal desarmada y añadió, “nos han dejado encuerados, pero hay que ponernos a chambear. Tenemos que trabajar duro para sacar a Cuernavaca adelante”.
Por su parte, Capella negó haber desarmado a la policía municipal, dijo que sólo retiro el equipamiento que pertenece al estado, y declaró que la situación de la ciudad está bajo control.
Reveló que se pondrá en acción el plan Delta, con 100 policías estatales y 150 federales, además de la Gendarmería.
Ramírez aseguró que los presidentes municipales tienen la obligación de “trabajar, es construir acuerdos, servirle a todas y todos sin distingo […]; se gobierna para todos, se trabaja para todos, se construye para todos, no se gobierna únicamente para los amigos”.
Con información de El Siglo de Torreón