La brigada antifraude de la policía israelí acusó formalmente este martes de corrupción al primer ministro Benjamín Netanyahu, de 68 años.
La policía lleva cerca de dos años investigando al mandatario y a su entorno, recomiendan a la fiscalía que sea imputado por cohecho, al haberse embolsado un millón de shequels (unos 250.000 euros) en regalos multimillonarios, y por conflicto de intereses por sus tratos con el dueño de un grupo de medios de comunicación. Netanyahu, negó haber sido sobornado y anunció que seguirá en el cargo.
“La policía concluyó que existen suficientes pruebas contra el primer ministro para inculparle por haber aceptado sobornos, por fraude y por abuso de confianza”, indicó un comunicado oficial de los servicios policiales.
En Israel es habitual que los agentes hagan públicas sus conclusiones y sus recomendaciones de imputación antes de trasladarlas a la Fiscalía General y a la magistratura, que son quienes finalmente formulan las acusaciones y el procesamiento.
Con información de El País