Alrededor de 150 militares y 100 policías federales fueron enviados a Pungarabato, Guerrero, luego de la ejecución del alcalde Ambrosio Soto, ocurrida el 23 de julio.
Esto lo confirmó la encargada de despacho en Pungarabato, Lucila Espinosa Birto, quien agregó que el envío es para incrementar las labores de vigilancia en la zona.
Se sabe que las órdenes que tienen las fuerzas militares y federales son actuar siempre bajo el absoluto respeto a los derechos humanos.
Además, el gobernador guerrerense Héctor Astudillo se reunió este viernes con 63 alcaldes de la entidad, a quienes les garantizó respaldo federal. Ello, tras citarse con el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo, quien a su vez ratificó el respaldo.
Con información de Milenio