Larry Nassar, médico del equipo olímpico de gimnasia de Estados Unidos, se declaró culpable de abusar sexualmente de siete gimnastas niñas, tres de ellas menores de 13 años. Tendrá una condena de entre 25 y 40 años.
A lo largo de los últimos 15 meses, más de 130 gimnastas habían denunciado públicamente los abusos cometidos por Nassar, entre ellas las campeonas olímpicas McKayla Maroney, Aly Raisman y Gabby Douglas.
“Soy culpable, señoría”, declaró Nassar en el juicio, reconociendo que entre 1998 y 2015 había penetrado sexualmente a las niñas con los dedos sin guantes mientras simulaba reconocimientos médicos.
“Rezo el rosario todos los días para lograr su perdón”, dijo. “No deseo el mal a nadie. Solo quiero la curación espiritual. Ya es hora”.
La jueza dirigió a Nassar unas palabras en el nombre de ellas. “Usted utilizó la confianza de las deportistas de la manera más vil, abusando de las niñas”, dijo. «A algunas de las víctimas les costará años curarse, mientras usted pasa su vida detrás de las rejas pensando en lo que hizo robándoles su infancia. Usted ha estudiado para curar y lo que hizo fue dañarlas”.
Raisman, capitana del equipo olímpico campeón en Londres y Río, tuiteó: “Larry es asqueroso. Larry es un MONSTRUO, no un médico”.
Nassar, trabajó para la Federación de Gimnasia estadounidense, la más poderosa del mundo, durante 29 años. Fue despedido en 2015. Su imagen está asociada a los grandes éxitos de este deporte en los últimos años: cuando Kerri Strug se lesionó en el último salto de la final por equipos que dio el oro a Estados Unidos en Atlanta 96, el primero de su historia, allí estaba el médico para empujar la camilla; en Pekín 2008, donde Nastia Liukin devolvió a su país un oro, el individual, que solo había obtenido en 1984 gracias al boicot de la URSS; en Londres, donde el dominio estadounidense se hizo incontestable.
Con información de El País