Vatican News compartió en su página de Facebook, una imagen del Papa Francisco acariciando a un cachorro de San Bernardo, y el texto dice:
«Magnum, un cachorro de San Bernardo que ha peregrinado por la «Vía Francígena» desde Suiza hasta Roma visita a la Guardia Suiza Papal y hoy durante la Audiencia General ha tenido la oportunidad de saludar tambien al Papa!…Ya ha recorrido más de 1.000 kilómetros en 12 semanas junto a su dueño, Claudio Rossetti.»
Hace ya siete años, el Papa Francisco y ‘Magnum’ se habían conocido, cuando este era apenas un cachorro, y ahora regresó al Vaticano ya todo un adulto, pero eso sí, sin perder lo bonachón.
Magnum forma parte de la raza de perro San Bernardo, que ha sido incluido por la Unesco en la lista del patrimonio cultural inmaterial como instrumento de rescate.
En aquella primera vez que se vió ‘Magnum’ con su santidad, Claudio Rossetti (el amo de Magnum), le prometió al Papa Francisco que, la famosa ‘botticella’; le dijo espontáneamente al Santo Padre que volvería caminando para llevarle la botticella.
El hermoso ejemplar de San Bernardo llegó al Vaticano acompañado del Sr. Rossetti un día antes de la audiencia celebrada el martes 28 de marzo, luego de haber recorrido a pie unos mil kilómetros, partiendo del hospicio Gran Saint-Bernard, en Martigny (Suiza), el trayecto les tomó 12 días.
Magnum, todo un héroe.
Es el mismo Sr. Rossetti quien expresa su admiración por ‘Magnum’ y de la labor de la que es parte:
«El objetivo de la salida es también promover esta raza, que además representa un poco los valores suizos y que tiene un nuevo papel: ya no es solo un perro de rescate en la montaña, porque al fin y al cabo salva almas, es un perro de terapia que hace su trabajo en residencias de ancianos, en hospitales, en hospicios…Así que digamos que este papel creo que también es una oportunidad de oro para hablar de él y promocionarlo».
Es el mismo portal que describe el proyecto del cual es parte Magnum:
«Es un proyecto creado por el propio Carlo Rossetti que, de este modo, quiso dar testimonio, una vez más, de la importancia del San Bernardo (el perro que salva vidas), así como promover Suiza y sus valores, como la Vía Francígena, un recorrido de más de 3.000 kilómetros entre Canterbury y Roma y que atraviesa cuatro países: Gran Bretaña, Francia, Suiza e Italia.
El mismo Vatican New nos dice cómo fue que el Sr. Rossetti encontró a su compañero:
«Acogió a Magnum cuando tenía alrededor de un año, acompañó al San Bernardo en su adiestramiento como perro de terapia, empleado ahora en residencias de ancianos y hospitales».